El Misterio de la Inmortalidad – Estudio bíblico

La mentira de Satanás: «No moriréis» Génesis 3:4

La verdad: «Polvo eres y al polvo volverás» Génesis 3:19

Adán perdió la inmortalidad

“El hombre es como uno de nosotros… ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre… Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida” — Génesis, 3: 22-24

Y después de él, todos los hombres:

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” Romanos, 5: 12

Pero Jesús trajo la inmortalidad

“Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” — 2 de Timoteo, 1: 10

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” Juan, 3: 36

La mentira de Satanás HOY: El alma es inmortal

La verdad HOY: «El alma que pecare, esa morirá» Ezequiel 18:20

Consecuencias de la inmortalidad natural del alma humana

  • Ir al cielo: Esperanza que consuela al creyente.
  • Ir al infierno: Sufrimiento eterno del pecador.
  • Ir al “limbo”: Espíritus descarnados vagando sin rumbo y comunicándose con los vivos.
  • Reencarnación: Nueva vida sin recuerdo consciente de la anterior

Si vamos al Cielo

  • ¿Seríamos felices viendo los sufrimientos y errores de nuestros familiares y amigos queridos?
  • ¿No intentaríamos ayudarles para que se salvasen?

Si el infierno existe

  • Dios y los santos son sádicos que disfrutan del sufrimiento eterno de los pecadores.
  • El castigo eterno es desproporcionado respecto a las faltas que se pueden cometer en una corta vida

Casi la totalidad de iglesias cristianas han enseñado uno de los siguientes errores (con algunas variantes):

  1. Existe un infierno donde sufren eternamente los pecadores.
  2. Dios es tan bueno que salva a todos los hombres. Por tanto, el hombre asciende directamente al cielo al morir.

Enseñanza bíblica sobre la salvación universal del hombre

NO TODOS ENTRARÁN EN EL CIELO

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” 1ª de Corintios, 6: 9-10

“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios” Efesios, 5: 5

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos, 12: 14

Enseñanza bíblica sobre la salvación universal del hombre “¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado” Isaías, 3: 11 “El Señor guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos” Salmo 145: 20 “Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la posteridad de los impíos será extinguida” Salmo 37: 38

EL PECADOR SERÁ CASTIGADO

“¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado” Isaías, 3: 11

“El Señor guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos” Salmo 145: 20

“Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la posteridad de los impíos será extinguida” Salmo 37: 38

Todos resucitarán, tanto justos como injustos

“Ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos” Hechos, 24: 15

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” 1ª de Corintios, 15: 22

“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” Juan, 5: 28-29

¿Que ocurre con los resucitados que no pueden entrar en el cielo?

“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos” Apocalipsis, 20: 6

“Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí” Salmo 37: 10

“Serán como si no hubieran sido” Abdías, 16

“Reprendiste a las naciones, destruiste al malo. Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre. Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas” Salmo 9: 5-6

¿Qué dice la Biblia sobre la muerte?

“Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos ” Salmo 146: 4

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben… También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” Eclesiastés, 9: 5-6

“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría ” Eclesiastés, 9: 10

Nadie alaba a Dios cuando ha muerto

“Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad” Isaías, 38: 18

“Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el Seol, ¿quién te alabará?” Salmo 6: 5

“No alabarán los muertos a Dios, ni cuantos descienden al silencio” Salmo 115: 17

Los que creen en la inmortalidad del alma afirman

“Para todos los fines prácticos de consuelo, la doctrina de la inmortalidad bienaventurada de los justos reemplaza para nosotros cualquier doctrina dudosa de la segunda venida del Señor. Cuando morimos es cuando el Señor viene a buscarnos. Eso es lo que tenemos que esperar y para lo que debemos estar precavidos. Los muertos ya han entrado en la gloria. Ellos no esperan el sonido de la trompeta para comparecer en juicio y entrar en la bienaventuranza”

La biblia afirma

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” — 1ª de Tesalonicenses, 4: 16-18

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Pensamiento de hoy

- Elena G. White


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