«La Iglesia Adventista del Séptimo Día en América del Norte tiene el corazón roto asi como lloramos la pérdida de vidas inocentes en el tiroteo más mortífero en la historia de Estados Unidos. Hacemos llegar nuestras condolencias y oraciones más profundas para las 50 personas que murieron, los 53 heridos, sus familias, sus seres queridos y amigos. También oramos por la comunidad de Orlando y el dolor y la tristeza que están experimentando como resultado de esta tragedia.
«Denunciamos enérgicamente el odio que condujo a este tiroteo masivo. Este tipo de violencia sin sentido no tiene lugar en este país o en este mundo. Es terrible que estas vidas fueron truncadas trágicamente a causa del odio. Oramos para que el amor de Dios conforte y consuele a las víctimas y los seres queridos cuyas vidas se han convertido en una pesadilla durante la noche.
«Como cristianos, creemos firmemente que el odio, para cualquier persona, hermano, hermana, amigo o enemigo, no viene de Dios, sino del padre del mal a sí mismo, el diablo. Debemos condenar todas las expresiones de odio, del discurso a la violencia mortal. Todas las mujeres, niños y hombres en este mundo, sin importar si ellos adoran, viven, o aman como nosotros, son hijos de Dios.
«Estamos seguros de que, al final, el amor va a ganar. Sabemos que un día el odio y el mal no serán más. Hasta ese día, continuaremos orando para que las comunidades en este mundo pueden vivir sus vidas sin temor «.
«Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.» (1 Cor. 13:13).
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- Elena G. White
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