14 grupos que saldrán de la Iglesia antes de la segunda venida de Cristo


«Zarandero» es una palabra figurativa usada en nuestra iglesia que designa una experiencia especial de selección entre el pueblo de Dios. La palabra viene del ambiente agrícola. Después de la cosecha, los granos son tamizados y sacudidos, método que descarta los granos quebrados y la paja es soplada hacia fuera.

«Porque, yo mandaré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba sin que caiga un granito en la tierra.». (Amós 9: 9)

El zarandeo escatológico, según enseñan los adventistas, es un período que ocurrirá antes de la segunda venida de Jesucristo, finalizando con el término del juicio investigativo en el santuario celestial (cierre de la puerta de la gracia), abarcando tanto a individuos como a grupos.

«El zarandeo ha de venir muy pronto para purificar la iglesia» (Carta 46, 1887, p.6)

«Habrá un zarandeo del cedazo. A su tiempo la paja debe ser separada del trigo. Debido a que la iniquidad abunda, el amor de muchos se ha enfriado. Es precisamente el tiempo cuando lo genuino será lo más fuerte.». (Eventos finales, 173)

¿Quiénes son los que dejarán la Iglesia, bajo la acción del zarandeo, identificados de forma general bajo las figuras de la «cizaña», «paja» y «tibios»? En diferentes fuentes, en los escritos de Elena de White, encontramos al menos 14 grupos que eventualmente dejarán la iglesia:

 

  • 1. Los autoengañados (Testimonios para la Iglesia, v. 4, p. 89, 90, v. 5, 211, 212).
  • 2. Los descuidados e indiferentes (Testimonios para la Iglesia, v.1, 182).
  • 3. Los ambiciosos y egoístas (Primeros Escritos, página 269).
  • 4. Los que se niegan a sacrificarse (Primeros Escritos, página 50).
  • 5. Los orientados por el mundanismo (Testimonios para la Iglesia, v.1, 288).
  • 6. Los que comprometen la verdad (Testimonios para la Iglesia, v.5, 81).
  • 7. Los desobedientes (Testimonios para la Iglesia, v.1, 187).
  • 8. Los envidiosos y críticos (Testimonios para la Iglesia, v.1, 251).
  • 9. Los chismosos, que acusan y condenan (mirando hacia lo alto, página 236).
  • 10. La clase conservadora superficial (Testimonios para la Iglesia, v.5, 465).
  • 11. Los que no controlan el apetito (Testimonios para la Iglesia, v. 4, 31).
  • 12. Los que promueven la desunión (Review and Herald, 18 de junio de 1901).
  • 13. Los estudiantes superficiales de las Escrituras (Testimonios para los ministros, página 112).
  • 14. Los que perdieron la fe en el don profético (Mensajes escogidos, v.3, 84).

Dos hechos aquí son convergentes. En primer lugar, la amplia variedad de este catálogo. En segundo lugar, todas estas categorías están representadas hoy en la iglesia.

«Conforme vaya acercándose la tempestad, una clase numerosa que profesaron fe en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe, e irán a engrosar las filas de la oposición.». (El Gran Conflicto, página 608)

De nuevo, el énfasis se pone en el hecho de que son los infieles que abandonarán la iglesia.

«Pero El contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada.» (Mateo 15:13)

En el texto anterior, Jesús nos advierte contra las herejías teológicas del rigorismo farisaico como plantas que Dios no plantó. Las herejías, sin embargo, no se limitan a las doctrinas. Hay también las herejías del comportamiento, que también serán eliminadas.

«En la iglesia ocurrirán divisiones. Se formarán dos grupos. El trigo y la cizaña crecerán juntos hasta el momento de la cosecha.» (Mensajes escogidos, vol. 2, página 114)

«Es una solemne declaración la que hago a la iglesia, de que ni uno de cada veinte de aquellos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado para terminar su historia terrenal, y que estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza en el mundo como el pecador común.». (Eventos finales, página 172)

Lo extraordinario acerca de este proceso es que ocurrirá naturalmente, como resultado de la incompatibilidad fundamental entre la verdad y todo aquello que es contrario a ella. Nuestro desafío es:

«Cuando la religión de Cristo sea más despreciada, cuando su ley sea más menoscabada, entonces deberá ser más ardiente nuestro celo, y nuestro valor y firmeza más inquebrantables. El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos, ésta será nuestra prueba. En este tiempo, debemos obtener calor de la frialdad de los demás, valor de su cobardía, y lealtad de su traición.» (Testimonios Seletos, vol. 2, página 31)

La purificación de la iglesia vendrá, pero administrada por el Señor de la iglesia.

¿Y quién podrá sufrir el tiempo de su venida? ó ¿quién podrá estar cuando él se mostrará? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y sentarse ha para afinar y limpiar la plata: porque limpiará los hijos de Leví, los afinará como á oro y como á plata; y ofrecerán á Jehová ofrenda con justicia. (Malaquías 3: 2 y 3)

«Estamos en el tiempo del zarandeo, en el tiempo en que todo lo que puede ser sacudido será sacudido. El Señor no disculpará a los que conocen la verdad y no obedecen a sus órdenes en palabras y acciones.» (Eventos finales, 173)

Sin embargo, la iglesia no caerá, y por fin, nuevos conversos ocuparán los lugares de los que se retiren:

«Puede parecer que la iglesia está por caer, pero no caerá. Ella permanece en pie, mientras los pecadores que hay en Sión son tamizados, mientras la paja es separada del trigo precioso. Es una prueba terrible, y sin embargo tiene que ocurrir.». (Mensajes elegidos, vol. 2, p. 380)

«Las filas raleadas serán llenadas por aquellos a quienes Cristo representó como viniendo a la undécima hora. Hay muchos con quienes el Espíritu de Dios está contendiendo. El tiempo de los juicios destructores de Dios es el tiempo de la misericordia para aquellos que [hasta el momento] no han tenido oportunidad de aprender qué es la verdad. El Señor los mira con ternura. Su corazón misericordioso se conmueve, su mano todavía se extiende para salvar, mientras la puerta se cierra para aquellos que no quisieron entrar. Será admitido un gran número de los que en los últimos días oirán la verdad por primera vez.» (Eventos finales, página 182)

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Pensamiento de hoy

- Elena G. White


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