El día que Cristo inicio el juicio investigador

El surgimiento del movimiento milerita 

Entre los años 1840-1844, surgió en los Estados Unidos un movimiento multidenominacional llamado milerita. Tal grupo basaba sus ideas en diferentes interpretaciones proféticas que resultaron en el surgimiento de diversos grupos de seguidores llamados adventistas. El mayor de ellos se hizo conocido como Adventistas del Séptimo Día.

Los mileritas, que eran conocidos por adventistas, fueron todos seguidores de Guillermo Miller, un granjero del estado de Nueva York, en Estados Unidos, y un ministro licenciado de la Iglesia Bautista que se destacó por su énfasis en la predicación del retorno de Jesucristo. Miller estudió detenidamente la Biblia por más de 15 años y durante ese período utilizó las Escrituras como propia intérprete.

En Estados Unidos, la predicación y los escritos de Guillermo Miller despertaron la pasión de miles de personas. El mensaje de Miller y sus asociados defendía la siguiente idea: «Así como el primer advenimiento de Jesucristo fue predicho en Daniel 9, su segundo advenimiento es identificado en Daniel 8:14 que afirma: «Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; y el santuario será purificado.» (Daniel 8:14). Puesto que la tierra debe ser el ‘santuario’ a ser ‘purificado’, eso va a suceder por medio del fuego cuando Jesús regrese. Comenzando en el año 457 aC, la profecía de los 2300 días / años de Daniel 8:14 culminará alrededor de 1843-1844. Jesús vendrá otra vez alrededor de ese tiempo. Por lo tanto, prepárese para encontrarlo. Su regreso será un acontecimiento literal y visible que precederá al milenio.» Esa era la esencia del mensaje milerita.

Después de años de estudios y las expectativas cronológicas, uno de sus ayudantes, Samuel nieve [2], escribió un folleto que identifica la fecha de 22 de octubre, 1844 como el día señalado para el cumplimiento de la profecía. De acuerdo con la conclusión de los mileritas, aquel era el día en que la tierra sería purificada por el regreso de Jesús. Así, decenas de miles, aguardaron con paciencia y fervor, hasta la llegada del día identificado en la profecía. Entonces ellos esperaron todo el día, hasta la medianoche, pero Jesús no vino, dejándolos profundamente decepcionados. De esta manera, fueron forzados a admitir la existencia de algún error en la interpretación de la profecía del profeta Daniel.

El nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

Un grupo pequeño de entre los decepcionados volvió a estudiar las escrituras con más intensidad para buscar la comprensión en cuanto al acontecimiento profético. No tardó mucho para concluir que, aunque la fecha del 22 de octubre de 1844 era correcta, el evento estaba equivocado. Estos creyentes entendieron que el santuario a ser purificado no estaba en la tierra, sino en el cielo. Jesús había entrado en lugar santisimo del santuario celestial para dar inicio a su obra de juicio. Como indicó más adelante Elena de White: «“El asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del chasco de 1844”.» [3]

De esta forma, el gran chasco del 22 de octubre de 1844 se convirtió en un poderoso mensaje. Es verdad que Jesús no vino como los mileritas pensaban. Pero un pequeño grupo de creyentes decepcionados descubrió nueva luz bíblica -la verdad de que Cristo entró en la fase final de su ministerio sumo sacerdotal en el santuario celestial, después de lo cual Él finalmente volver a redimir a su pueblo.

A partir de la comprensión de esta verdad se identifica el nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con su fe firmemente anclada en el breve retorno de Jesús y en todos sus principios registrados en su Palabra. Por lo tanto, el día 22 de octubre de 1844 es, de hecho, un marco de capital importancia para el nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

¿Por qué debe realizarse un juicio investigador previo al advenimiento?

Este juicio no es para beneficio de la Dios. Es primariamente para beneficio del universo, puesto que refuta las acusaciones de Satanás y provee para la creación no caída la seguridad de que Dios permitirá entrar en su reino únicamente a los que estén verdaderamente convertidos. De modo que abre los libros de registro para una inspección imparcial (Dan. 7, 9,10)

El día 22 de Octubre que se conoce como “El Gran Chasco”, aunque fue una experiencia difícil para los pioneros adventistas, en realidad fue el inicio de la comprensión de una gran noticia y esperanza: El inicio del Juicio investigador. El juicio de un Dios justo y bueno a favor de todos aquellos que han aceptado a Jesús como su Salvador. El llamado es: “Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Ap. 14: 7).

Via: Espiritu de Profecía

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pensamiento de hoy

- Elena G. White


Síguenos en las redes:
Telegram
WhatsApp
Facebook