Liturgias largas – Uno de los mayores enemigos de la predicación actual

Liturgias largas - Uno de los mayores enemigos de la predicación actualEste es un triste fenómeno del mundo evangélico actual. Las reclamaciones son generales. Pero aquí me dirijo directamente a la IASD.

Las iglesias de tamaño medio-grande están con la liturgia muy larga, y parece que aún en una curva ascendente.

La gente va a la Iglesia para, fundamentalmente, escuchar la Palabra de Dios, especialmente los amigos, ¿pero quien les dice que el sermón llega pronto?. Hay partes que pueden ser acortadas y hasta retiradas del proceso.

En muchas Iglesias, hoy, el Evangelismo es más fuerte los sábados, y no podemos quedarnos ministrando a nuestro gusto, a nosotros mismos, sino a preocuparnos con quien está allí para oír el Evangelio.

Nuestra mente hasta aguanta, pues estamos formateados para eso los sábados, pero los amigos no aguantan, pues viven en un mundo de objetividad en su día a día.

Controlar los tiempos en los programas

Algo que tal vez muchos no sepan: la liturgia es responsabilidad de los pastores y ancianos. Ellos definen el contenido, el orden y el tiempo. Pues entonces que actúen y limiten.

Un viejo pensamiento de los comerciantes dice que, «no necesitamos tomar la taza entera del café para saber si está bien o no, sólo un sorbo basta». ¡Ahí está! Pastores, ancianos y comisión de la Iglesia, que traten de ello si en su Congregación esa hinchazón de la liturgia está ocurriendo.

Como sugerencia de amigos, las partes de la liturgia deben ser cronometradas, y seguidas a raya, si no hacemos así, muchas se alargan.

Ya oí a personas no bautizadas reclamando y retirándose del templo porque la predicación tardaba en llegar.

En los sábados especiales como: comienzo y fin de Semana de Oración, cuando tiene bautismo, presentación de niño, lectura de actas, etc … tiene que haber sentido común, retirar partes, y no nublar a la congregación.

Esta es sólo una observación sincera y amorosa, y no una crítica ácida a nuestra amada Iglesia. Continuemos teniendo a Cristo en primer lugar en nuestra vida y amando a su Iglesia como el objeto más precioso a sus ojos en esta Tierra.

Benedito Muniz (a través de facebook)

«El encargado de dirigir los cultos del sábado debe estudiar el modo de interesar a sus oyentes en las verdades de la Palabra. No debe dar siempre un discurso tan largo que no deje a los presentes oportunidad de confesar a Cristo. El sermón debe ser con frecuencia corto, de modo que la gente pueda expresar su agradecimiento a Dios. […] Cuando se recarga el programa con tantos discursos, uno tras otro, la gente no tiene tiempo de asimilar lo que oye. Las mentes se confunden, y los servicios les parecen tediosos y cansadores.» (Elena G. de White -.  Obreros Evangélicos, pág 180 y 423).

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Pensamiento de hoy

- Elena G. White


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