Lección 3: El pecado como elección – Estudio de la Justificación por la FE

¿Es realmente cierto que la culpa es el resultado de una elección personal y no el resultado de nuestro nacimiento como hijos de Adán? ¿Enseña realmente la Biblia que el pecado, la culpa y la condenación provienen de la elección, y no de haber nacido en la familia humana plagada de los resultados heredados del pecado?

¿Cómo sabemos qué es el pecado?

«…Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás… porque sin la ley el pecado está muerto. Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.». Romanos 7: 7-9

  • (A) ___ Sabemos lo qué es el pecado, porque lo sentimos.
  • (B) ___ Sabemos lo qué es el pecado, porque la ley nos dice qué es.
  • (C) ___ Sabemos lo que es el pecado, porque nacemos pecadores.

Es el conocimiento de la ley de Dios lo que nos hace pecadores a los ojos de Dios. Pecamos cuando sabemos cuál es la voluntad de Dios y elegimos no obedecer.

¿Qué causó el pecado para los judíos de los días de Cristo?

«Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado… Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.. Juan 15: 22,24

Fue cuando la luz (Jesús) vino a ellos que pudieron ser encontrados culpables de pecado. Por causa del conocimiento de Jesús y de lo que Él había hecho, se les hizo responsables por la forma en que se relacionaban con Él.

¿Cuándo fueron los fariseos culpables de pecado?

«Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.». Juan 9:41

  • (A) ___ Los fariseos eran pecadores desde su nacimiento.
  • (B) ___ Los fariseos eran justos.
  • (C) ___ Los fariseos cometieron pecado al rechazar la luz.

Jesús le está diciendo a la gente de sus días que el pecado no se considera culpa cuando no hay oportunidad de saber cuál es la verdad.

Los fariseos ciertamente nacieron con la misma naturaleza caída con la que nacemos nosotros, pero eso no los convirtió automáticamente en pecadores. Jesús está haciendo que el pecado y la culpa dependan y estén estrechamente relacionados con el conocimiento y la comprensión.

Lo que convierte el mal y los pecados de la ignorancia en pecado personal y culpa es la luz disponible y comprendida. Cuando entendemos la voluntad de Dios y elegimos desobedecer, somos pecadores culpables a los ojos de Dios.

¿Cuándo, entonces, podemos decir que hemos pecado?

«y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.» (Santiago 4:17).

  • (A) ___ Cuando conocemos la voluntad de Dios, podemos cometer pecado.
  • (B) ___ Incluso si no conocemos la voluntad de Dios, aún podemos estar en pecado.
  • (C) ___ El pecado no tiene nada que ver con el conocimiento.

Observe nuevamente que el conocimiento y el pecado están estrechamente vinculados. Si no sabemos lo que es correcto, el concepto de pecado es inexistente.

¿Cuál es la diferencia entre tentación y pecado?

«sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.». Santiago 1: 14,15

  • (A) ___ Pecamos cuando somos atraídos.
  • (B) ___ Pecamos cuando somos seducidos.
  • (C) ___ Pecamos cuando la concupiscencia concibe.

La Definición A (pecado como naturaleza) dice que nuestra naturaleza es pecado porque somos atraídos y seducidos por el pecado, mientras que la Definición B (pecado como elección) coloca al pecado en la opción de ceder a la atracción y la seducción.

Ser seducido y atraído por la naturaleza caída es una tentación, no un pecado. Una ilustración muy clara y simple de este texto es la siguiente:

«El pecado de la calumnia comienza cuando se acarician malos pensamientos… Al tolerarse un pensamiento impuro y acariciarse un deseo no santificado, el alma se contamina y se compromete su integridad… primero tiene que ganarse el consentimiento propio; el alma tiene que proponerse cometer el acto pecaminoso antes que la pasión pueda dominar la razón o que la iniquidad triunfe sobre la conciencia.».

Testimonios para la Iglesia, vol. 5, p. 165

No es un pensamiento impuro o un deseo impío en sí mismo lo que nos hace pecadores. Estos son parte de nuestra naturaleza caída que hemos heredado y no podemos hacer nada para evitarlo.

Es tolerar y acariciar esas tendencias de la naturaleza caída que constituyen el pecado. Otra declaración es igualmente clara.

«Si se recibe luz, y esa luz se pone de lado o se rechaza, entonces viene la condenación y el desagrado de Dios; pero antes que se reciba la luz no hay pecado, porque no hay luz que ellos puedan rechazar».

Testimonios para la Iglesia, vol. 1, p. 112

«Hay pensamientos y sentimientos sugeridos y fomentados por Satanás que molestan aun a los mejores hombres; pero si no se los alberga, si se los rechaza por odiosos, el alma no se contamina con la culpa y nadie recibe la mancha de su influencia.».

Mente, Carácter y Personalidad 2, p. 78

No somos pecadores porque tenemos estos pensamientos y sentimientos como resultado de heredar una naturaleza caída. Solo estamos contaminados con la culpa cuando elegimos abrigar estos pensamientos.

¿De qué pecado somos responsables?

“El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo…». Ezequiel 18:20

  • (A) ___ Somos culpables de los pecados de nuestros padres.
  • (B) ___ Somos culpables de los pecados de nuestros hijos.
  • (C) ___ Somos culpables de nuestros propios pecados.

¿Cómo trata Dios con los pecados de la ignorancia?

«Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;». Hechos 17:30

Todos participamos en las cosas equivocadas cuando no sabíamos que estaban erradas. Todos violamos la ley de Dios por ignorancia. Dios, en su gran misericordia, no nos considera culpables por esto.

No necesita perdonarnos por estos pecados de ignorancia, pero elige pasarlos por alto, porque nuestros corazones no estaban en rebelión contra Él.

Conclusión

El concepto de pecado, culpa y condena se aplica a la rebelión elegida contra Dios, como en el Jardín del Edén. Dios no nos hace responsables de heredar equipamentos malos.

Está interesado en el estado de nuestra mente y actitud, no en los defectos de nuestra naturaleza. El pecado siempre se trata de rebelión y elección, no de herencia.

Hay dos conceptos que no funcionan bien juntos: inevitabilidad y responsabilidad. Si el pecado es inevitable, —por heredar una naturaleza caída—, entonces no soy responsable de ello. Es culpa y problema de otra persona. Sin embargo, si el pecado es mi elección, entonces yo soy el único responsable y debo enfrentarlo directamente, en lugar de culpar a alguien más.

El pecado y la culpa residen solo dentro de las facultades superiores de la mente responsable de elegir el mal, no en la naturaleza inferior que sufre los efectos de la ley natural y es parte del ciclo de pecado de la tierra. El pecado, en su raíz, es amor propio.

Por lo tanto, el pecado siempre está determinado por nuestros motivos, al elegir ponernos en primer lugar. El pecado es la elección de separarse de Dios colocándose a si mismo en primer lugar. El pecado es la elección de valorar el mal. El pecado es la elección de permanecer ignorante de la voluntad de Dios. El pecado es la elección de descuidar nuestras habilidades y responsabilidades.

Autor: Dennis Priebe

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