La historia del pastor Doug Batchelor, de millonario a indigente

La sorprendente vida del pastor Doug Batchelor, con su padre George Batchelor, un hombre millonario de la aviación y su madre Ruth Batchelor una mujer famosa en Hollywood.

Viviendo en una familia sumamente adinerada, Doug Batchelor, ahora pastor adventista, estaba completamente descarriado y sin un sentido en la vida. Lleno de lujos, dinero y placeres y entregado a los vicios, estaba perdido por completo.

Doug vagaba por el mundo, haciendo y deshaciendo, robando, bebiendo, fumando, drogandose y en todo tipo de libertinaje; sin embargo, con deseos de suicidarse y terminar con su vida sin propósito.

Después de dar tantas vueltas, pudo encontrar a Dios, aun siendo ateo, en una cueva en una montaña lejana donde vivió por más de 1 año. Estaba sin dinero, desnudo, comiendo de la basura y rogando a Dios por ayuda. Fue allí donde se encontró con su Creador y a través de una Biblia que apareció en su cueva, empezó a conocer a Dios

El pastor Doug deja en claro que la verdadera felicidad y el verdadero sentido de la vida no se encuentra en conseguir grandes sumas de dinero y en una vida desordenada. Sino en un encuentro verdadero con Dios.

2 comentarios en “La historia del pastor Doug Batchelor, de millonario a indigente”

  1. Antonella Daubricourt

    Buenas tardes! Soy adventista del séptimo día de la iglesia hispana en París, y hace unos años una persona había compartido un video del Pastor Doug Batchelor haciendo una investigación de como empezó la historia de la iglesia y como había llegado hasta estos tiempos siendo la religión católica la más fuerte, y aunque llevo horas buscando este documental no logro encontrarlo, estoy orando al Señor que me ayude a poder sea por medio de ustedes, tengo un hijo no adventista no creyente y pasara 3 meses en casa, estoy preparando películas y documentales para poder verlo con él, sé que no será eso que hará que tome una decisión si no que será el Poder de Dios! Gracias de antemano y abrazos en el Amor la Paz de nuestro Cristo Jesús.

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