¿Cómo actua la cafeína sobre el cerebro?

¿Qué dice la medicina acerca del café y otras bebidas estimulantes?

La medicina llamó a la decada de los dos mil la Década del Cerebro. Nunca antes se habían logrado tantos avances en el conocimiento del cerebro como durante este período. Uno de los principales descubrimientos fue que el estrés intenso y prolongado produce niveles muy altos de corticosteroides, y estos son tóxicos para el sistema nervioso, especialmente el hipocampo, la parte del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria. Por lo tanto, el estrés continuo puede acelerar la pérdida de memoria y disminuir la capacidad de aprendizaje.

No existe ningún medicamento que pueda reducir estos niveles de corticosteroides. Lo que debemos hacer es no permitir que el estrés persista, dándole a nuestro cerebro descansos periódicos. Por eso, el descanso, el sueño, el ejercicio físico y las vacaciones son tan importantes. Por eso el Sábado es tan importante. Quienes observan el Sábado según el plan divino tienen la oportunidad de distanciarse semanalmente de las causas del estrés y tomar un descanso reparador de los niveles de corticosteroides en el cerebro.

Otro descanso fundamental es nuestro sueño diario. Hace tiempo, la Sociedad Británica del Sueño patrocinó un estudio que demostró que las personas que duermen menos de ocho horas por noche sufren una pérdida temporal de coeficiente intelectual (CI). El título del artículo era: «La falta de sueño te vuelve más tonto». Quienes duermen poco durante siete días seguidos pueden perder temporalmente hasta 15 puntos en las pruebas de coeficiente intelectual.

Esta es una advertencia para todos, pero especialmente para los estudiantes, sus cuidadores, padres y profesores: dormir a la hora adecuada es mucho más importante que estudiar una hora extra. Dormir no es algo que se hace cuando te apetece, ni después de la fiesta del sábado por la noche. El cerebro necesita regularidad. Se programa para dormir a la misma hora todos los días. Cuando retrasamos el inicio del sueño más de una hora, estamos dañando el cerebro.

La cafeína y su efecto en el cerebro

Otro descubrimiento importante fue que las sustancias adictivas activan los sistemas de estrés, aumentando la cantidad de corticosteroides y acelerando la pérdida de neuronas y el envejecimiento cerebral. Obviamente, muchas drogas influyen en este caso: cocaína, morfina, heroína, etc., pero las más consumidas a nivel mundial son la cafeína, la nicotina y el alcohol.

Se sabe desde hace tiempo que la cafeína actúa sobre el cerebro, aumentando significativamente los niveles de estrés. Los síntomas de la adicción a la cafeína incluyen ansiedad, agitación, inquietud, insomnio, sensación de estar «conectado» y síntomas somáticos relacionados con el corazón y el tracto digestivo. La cafeína y otros estimulantes suelen precipitar crisis graves en pacientes con esquizofrenia y trastorno maníaco-depresivo. – Current Diagnosis and Treatment/2000, pág. 1.070. Los hallazgos más recientes muestran que, además de todo esto, la cafeína, a largo plazo, también acelera la pérdida de memoria y la capacidad de aprendizaje.

Pero entonces, ¿cómo es que de vez en cuando alguien aparece en la prensa o la televisión diciendo que el café es bueno para «desarrollar la inteligencia» y que los niños deberían beber más café para obtener mejores resultados escolares? ¡Estas afirmaciones son criminales!

En realidad, para funcionar con normalidad, el cerebro necesita un suministro continuo de glucosa de la sangre. Al ser un estimulante, la cafeína obliga al cerebro a trabajar más, incluso cuando ya está agotado. Por lo tanto, la cafeína aumenta el consumo de glucosa del cerebro, pero al mismo tiempo disminuye la circulación cerebral y la concentración de glucosa en sangre. – Annals of Internal Medicine, 15/10/1993, págs. 799 a 804.

El cerebro se vuelve esclavo, obligado a trabajar más mientras come menos. Obviamente, esto no aumenta la inteligencia ni puede ser saludable para el cerebro. Lo que realmente ocurre es un colapso cerebral completo.

El café, el té negro, el mate, el chimarrão, el tereré, el guaraná en polvo y una gran cantidad de refrescos son otras fuentes de cafeína.

A la luz de estos descubrimientos, es interesante notar lo que la Sra. White dijo sobre el café en 1890: “Los que recurren al té y al café como un estímulo para el trabajo, sentirán los malos efectos de esta conducta en forma de nervios alterados y falta de dominio propio. Los nervios cansados necesitan reposo y quietud. La naturaleza necesita tiempo para recuperar sus energías agotadas. Pero si sus fuerzas son aguijoneadas por el uso de estimulantes, existe, siempre que se repite este proceso, una disminución de la verdadera fuerza. Por un tiempo puede realizarse más bajo el estímulo antinatural, pero gradualmente se va haciendo más difícil despertar las energías hasta el punto deseado, y por fin la naturaleza exhausta ya no puede responder.”. – Consejos sobre Dieta y Alimentos, pág. 422.

Quizás esta sea una de las razones por las que la Sra. White fue más severa con el café que con la carne y otros alimentos, cuando dijo: “El beber té y café es un pecado, una complacencia dañina, que, a semejanza de otros males, perjudica el alma.”. – Ibíd., pág. 425.

Escrito por el Dr. Helnio Judson Nogueira, es médico especialista en Medicina Interna y Nefrología, graduado de la Universidad Federal de Paraná, completó una beca de investigación en Nefrología en el Centro Médico de la Universidad de Loma Linda y fue instructor de Medicina en el Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Loma Linda, California.

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