Proverbios 31:10-31 - (Reina Valera 1909)

10Mujer fuerte, ¿quién la hallará?

Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.

11El corazón de su marido está en ella confiado,

Y no tendrá necesidad de despojo.

12Darále ella bien y no mal,

Todos los días de su vida.

13Buscó lana y lino,

Y con voluntad labró de sus manos.

14Fué como navío de mercader:

Trae su pan de lejos.

15Levantóse aun de noche,

Y dió comida á su familia,

Y ración á sus criadas.

16Consideró la heredad, y compróla;

Y plantó viña del fruto de sus manos.

17Ciñó sus lomos de fortaleza,

Y esforzó sus brazos.

18Gustó que era buena su granjería:

Su candela no se apagó de noche.

19Aplicó sus manos al huso,

Y sus manos tomaron la rueca.

20Alargó su mano al pobre,

Y extendió sus manos al menesteroso.

21No tendrá temor de la nieve por su familia,

Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

22Ella se hizo tapices;

De lino fino y púrpura es su vestido.

23Conocido es su marido en las puertas,

Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

24Hizo telas, y vendió;

Y dió cintas al mercader.

25Fortaleza y honor son su vestidura;

Y en el día postrero reirá.

26Abrió su boca con sabiduría:

Y la ley de clemencia está en su lengua.

27Considera los caminos de su casa,

Y no come el pan de balde.

1 “Vanidad de vanidades.”

2 Vanidad de los placeres,

28Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada;

Y su marido también la alabó.

29Muchas mujeres hicieron el bien;

Mas tú las sobrepujaste á todas.

30Engañosa es la gracia, y vana la hermosura:

La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.

31Dadle el fruto de sus manos,

Y alábenla en las puertas sus hechos.