Romanos 3:4-28 - (Reina Valera 1909)

1 “No hay justo ni aun uno.”

2 Justificación por la fe.

4En ninguna manera; antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como está escrito:

Para que seas justificado en tus dichos,

Y venzas cuando de ti se juzgare.

5Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.)

6En ninguna manera: de otra suerte ¿cómo juzgaría Dios el mundo?

7Empero si la verdad de Dios por mi mentira creció á gloria suya, ¿por qué aun así yo soy juzgado como pecador?

8¿Y por qué no decir (como somos blasfemados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? la condenación de los cuales es justa.

9¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera: porque ya hemos acusado á Judíos y á Gentiles, que todos están debajo de pecado.

10Como está escrito:

No hay justo, ni aun uno;

11No hay quien entienda,

No hay quien busque á Dios;

12Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno:

13Sepulcro abierto es su garganta;

Con sus lenguas tratan engañosamente;

Veneno de áspides está debajo de sus labios;

14Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;

15Sus pies son ligeros á derramar sangre;

16Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;

17Y camino de paz no conocieron:

18No hay temor de Dios delante de sus ojos.

19Empero sabemos que todo lo que la ley dice, á los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete á Dios:

20Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.

21Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas:

22La justicia de Dios por la fe de Jesucristo, para todos los que creen en él: porque no hay diferencia;

23Por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios;

24Siendo justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús;

25Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

26Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo: para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

27¿Dondé pues está la jactancia? Es excluída. ¿Por cuál ley? ¿de las obras? No; mas por la ley de la fe.

28Así que, concluímos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley.