Salmos 37:1-25 - (Reina Valera 1909)
Salmo de David.
1NO te impacientes á causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2Porque como hierba serán presto cortados,
Y decaerán como verdor de renuevo.
3Espera en Jehová, y haz bien;
Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
4Pon asimismo tu delicia en Jehová,
Y él te dará las peticiones de tu corazón.
5Encomienda a Jehová tu camino,
Y espera en él; y él hará.
6Y exhibirá tu justicia como la luz,
Y tus derechos como el medio día.
7Calla á Jehová, y espera en él:
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
8Déjate de la ira, y depón el enojo:
No te excites en manera alguna á hacer lo malo.
9Porque los malignos serán talados,
Mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
1 envidiar á los malos.
2 Sólo el justo será feliz.
10Pues de aquí á poco no será el malo:
Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá.
11Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
12Maquina el impío contra el justo,
Y cruje sobre él sus dientes.
13El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
14Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar á los de recto proceder.
15La espada de ellos entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
16Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
17Porque los brazos de los impíos serán quebrados:
Mas el que sostiene á los justos es Jehová.
18Conoce Jehová los días de los perfectos:
Y la heredad de ellos será para siempre.
19No serán avergonzados en el mal tiempo;
Y en los días de hambre serán hartos.
20Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos: se disiparán como humo.
21El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
22Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán talados.
23Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y aprueba su camino.
24Cuando cayere, no quedará postrado;
Porque Jehová sostiene su mano.
25Mozo fuí, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su simiente que mendigue pan.