Santiago 4:5-12 - (Reina Valera 1909)

5¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: El espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?

6Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.

7Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.

8Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones.

9Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.

10Humillaos delante del Señor, y él os ensalzará.

11Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.

12Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que juzgas á otro?