Un Estudio Profundo acerca del Espíritu Santo – PDF

Desde quienes atribuyen al Espíritu Santo la condición de Dios, en perfecta equivalencia con el Padre y el Hijo, hasta quienes lo consideran una cosa, una energía, pasando por aquellos que consideran al Espíritu Santo solamente una manifestación de las propias Personas del Padre y el Hijo, las posturas teológicas son defendidas a veces en base a presuposiciones o a posiciones históricas, sin basarse en lo que la Revelación realmente muestra.

Cuesta además aceptar, que entre quienes alguna vez confesaron el mensaje adventista se levanten hoy en contra de este mensaje para negar la divinidad del Espíritu Santo. He estado, dolorosamente, cerca de algunos casos de líderes que han abandonado la iglesia por una incomprensión del lugar que ocupa la Tercera Persona y su importancia en la teología cristiana.

El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el Espíritu en toda la plenitud de la Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal. Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo. — Ellen G. White, El Evangelismo, 446

Necesitamos entender que el Espíritu Santo, que es tanto una persona, como Dios es una persona, está caminado a través de estos campos… Él escucha cada palabra que articulamos, y conoce cada pensamiento de nuestra mente.

Ellen G. White, Manuscript Release, Volume VII, 299

El propósito del estudio es el siguiente:

  • a. Presentar la obra del Espíritu Santo, tanto en la inspiración de quienes trajeron el Libro Sagrado hasta nosotros, como en la transformación de nuestras vidas.
  • b. Probar la divinidad del Espíritu Santo.
  • c. Contribuir a la comprensión de la doctrina de la Trinidad.
  • d. Definir la tarea del Espíritu Santo como agente del cambio espiritual del hombre.

El contenido del estudio es el siguiente:

  • 6.1. Divinidad del Espíritu Santo
  • 6.2. Inspiración y Conducción
  • 6.3. Participación en el plan de la salvación
  • 6.4. Sellados para la salvación
  • 6.5. El Divino Agente de Cambio
  • 6.6. El pecado imperdonable
  • 7. Material complementario
  • 7.1. Cuestionamientos a la Divinidad del Espíritu Santo

Al hombre le es asignada una parte de esta gran lucha por la vida eterna; él debe responder al trabajo del Espíritu Santo. Requerirá una lucha para quebrantar los poderes de las tinieblas, mas el Espíritu que trabaja en él puede y llevará a cabo esta obra. Pero el hombre no es un instrumento pasivo para ser salvo en la indolencia. Él es llamado a esforzar cada músculo en la lucha por la inmortalidad, no obstante es Dios quien suple la eficiencia.

Aquí están las obras de los hombres, y están las obras de Dios… Con estos dos poderes combinados, el hombre será victorioso… El Señor extiende al máximo cada nervio y músculo espiritual para que el hombre pueda ser un exitoso vencedor en esta obra y pueda obtener la preciosa dádiva de la vida eterna. — Ellen G. White, Nuestra elevada vocación, 93

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pensamiento de hoy

- Elena G. White


Síguenos en las redes:
Telegram
WhatsApp
Facebook