Recursos devocionales
Algunas personas creen que esta bien consumir alcohol mientras no llegue a emborracharse. Es decir, que no hay problema en tomar algunas copas de licor sin pasarse del limite. Pero, ¿que piensa Dios al respecto?
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1 Cor 3: 16,17
La gente de Dios valora su salud
«La reforma pro-salud, se me mostró, es una parte del mensaje del tercer ángel y está tan íntimamente relacionada con él, como lo están el brazo y la mano con el cuerpo.» (1 Testimonies, 486).
Debemos presentar el té, el café, el tabaco y el alcohol como complacencias pecaminosas. No podemos colocar en el mismo plano la carne, los huevos, la mantequilla, el queso y alimentos semejantes que se sirven sobre la mesa. Estas cosas no deben destacarse como si fueran lo principal de nuestra obra. Las cosas antes mencionadas—el té, el café, el tabaco, la cerveza, el vino y todas las bebidas alcohólicas—no deben tomarse [ni] moderadamente, sino que deben ser descartadas.—Mensajes Selectos 3:328 (1881)
Vamos a ver la cuestión desde la perspectiva no religiosa:
- 1) El alcohol es altamente tóxico. Es decir, es un veneno … es por eso que la gente se despierta con resaca y vomitando (dependiendo de la cantidad que ingieren).
- 2) El alcohol puede hacer que se sienta bien, relajado y «feliz»… es una bebida popular por esa razón. Pero también lo es el éxtasis, la cocaína y la marihuana por las mismas razones en muchos círculos.
- 3) Hay un montón de mejores formas de disfrutar de bebidas no perjudiciales y beneficiosas y tener una relajante experiencia social en vez de consumir alcohol. Realmente es una de las modas sociales tontas que se prolongó durante milenios.
Hoy en día, tenemos una cultura construida a su alrededor que tiene el contexto de sofisticación, pero es bastante inútil … tan vano como encender un cigarrillo. No hace nada bueno para usted, excepto que se sienta bien por un momento, pero tiene efecto perjudicial bajo el capó.
Por lo tanto, la verdadera cuestión no es «si está bien hacer algo», sino «¿Por qué iba yo a querer hacer algo que es perjudicial para mí (en diversos grados)?»
Mis respuestas serían:
1) La curiosidad
2) La presión social
3) La necesidad de distraerse y relajarse
4) Porque se siente bien
En lo personal, ninguno de los cuatro anteriores son suficientes para cancelar el efecto perjudicial que está bien establecido. Por esa razón no se debe consumir cualquier cosa que tenga más del 0,5% de alcohol.
Ahora, regresando a la perspectiva religiosa,
¿Se nos ofrecerán este tipo de bebidas en el cielo? Sentados en la gran mesa, ¿Jesús tomará una cerveza o una copa de vino fermentado junto a nosotros?
La Biblia condena claramente el uso de alcohol. Dios no se contradice a sí mismo:
Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés. Levítico 10:9-11
Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. Isaías 28:7
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; Isaías 28:7
La mensajera del Señor fue muy clara:
La bebida en moderación es la escuela en la que la humanidad está recibiendo una educación para la carrera de borracho. Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, pag 335
Así obra [Satanás] cuando tienta a los hombres a vender el alma por la bebida. Toma posesión de cuerpo, mente y alma, y ya no es el hombre, sino Satanás quien actúa. Y la crueldad de Satanás se expresa al alzar el borracho su mano para golpear sin misericordia a la mujer a la cual ha prometido amar y proteger por toda la vida. Los actos del ebrio son una expresión de la violencia de Satanás.—Medical Ministry, 114. {Te 29.2}
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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