Efesios 5:22-33 - (Reina Valera 1909)

22Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor.

23Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo.

24Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo.

25Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella,

26Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra,

27Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.

28Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama.

29Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia;

30Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

31Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se allegará á su mujer, y serán dos en una carne.

32Este misterio grande es: mas yo digo esto con respecto á Cristo y á la iglesia.

33Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo; y la mujer reverencie á su marido.