La Música del Cielo

La Música del Cielo

La Música del Cielo – Elena G. de White

Se me recordó luego la gloria del cielo, el tesoro allegado allí para los fieles. Todo era hermoso y lleno de gloria. Los ángeles cantaban un hermoso himno, luego dejaban de cantar y se quitaban las coronas deslumbrantes, las echaban a los pies del glorioso Jesús, y con voces melodiosas clamaban: «¡Gloria! ¡Aleluya!». Me uní con ellos en sus cantos de alabanza y honor al Cordero, y cada vez que abría la boca para loarle, me dominaba un inefable sentido de la gloria. Dijo el ángel: «El pequeño residuo que ama a Dios, guarda sus mandamientos y cuyos miembros sean fieles hasta el fin, disfrutarán de esta gloria y estarán siempre en la presencia de Jesús para cantar con los santos ángeles». Primeros Escritos: 66.”Entonces se llenó el cielo de inefable júbilo. El coro celestial entonó un cántico de alabanza y adoración. Tocaron las arpas y cantaron una nota más alta que antes, por la gran misericordia y condescendencia de Dios al dar a su amado Hijo para que muriese por una raza rebelde. Expresaron alabanza y adoración por el abnegado sacrificio de Jesús, que consentía en dejar el seno del Padre y escoger una vida de sufrimientos y angustias y morir ignominiosamente para poder dar vida a otros”. Primeros Escritos:126-127.

”El profeta percibe allí sonido, sonido de música y de canto, cual no ha sido oída por oído mortal alguno, ni concebido por mente humana alguna, a no ser en visiones de Dios. «Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas. Y retendrán el gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido». «Hallarse ha en ella alegría y gozo alabanza y voz de cantar». «Y habrá cantores con músicos de flauta». (V.M.) «Estos alzarán su voz, cantarán gozosos en la grandeza de Jehová». Isa. 35:10; 51:3; Salmo 87:7; Isa. 24-14”. Profetas y Reyes:539.

”Palidecieron entonces todos los semblantes y se tornaron negros los de aquellos a quienes Dios había rechazado. Todos nosotros exclamamos: «quién podrá permanecer? ¿Está mi vestidura sin manchas?» Después cesaron de cantar los ángeles y por un rato quedó todo en pavoroso silencio cuando Jesús dijo: «Quienes tengan las manos limpias y puro el corazón podrán subsistir. Bástanos mi gracia». Al escuchar estas palabras, se iluminaron nuestros rostros y el gozo llenó todos los corazones, Los ángeles pulsaron una nota más alta y volvieron a cantar, mientras la nube se acercaba a la tierra». Primeros Escritos:16.

«Procuramos recordar las pruebas más graves por las que habíamos pasado, pero resultaban tan insignificantes frente al incomparable y eterno peso de gloria que nos rodeaba, que no pudimos referirlas, y todos exclamamos: «¡Aleluya! muy poco nos ha costado el cielo». Pulsamos entonces nuestras áureas arpas cuyos ecos resonaron en las bóvedas del cielo». Primeros Escritos:17.

«Así mismo los ángeles trajeron arpas y Jesús las presentó a los santos. Los caudillos de los ángeles preludiaban la nota del cántico que era luego entonado por todas las voces en agradecida y dichosa alabanza. Todas las manos pulsaban hábilmente las cuerdas del arpa y dejaban oír melodiosa música en fuertes y perfectos acordes. Después vi que Jesús conducía a los redimidos a la puerta de la ciudad; y al llegar a ella la hizo girar sobre sus goznes relumbrantes y mandó que entraran todas las gentes que hubieran guardado la verdad. Dentro de la ciudad había todo lo que pudiese agradar a la vista. Por doquiera los redimidos contemplaban abundantemente gloria. Jesús miró entonces a sus redimidos santos, cuyo semblante irradiaba gloria, y fijando en ellos sus ojos bondadosos, les dijo con voz rica y musical; «Contemplo el trabajo de mi alma, y estoy satisfecho. Vuestra es esta excelsa gloria para que disfrutéis eternamente. Terminaron vuestros pesares. No habrá más muerte ni llanto ni pesar ni dolor». Vi que la hueste de los redimidos se postraba y echaba sus brillantes coronas a los pies de Jesús; y cuando su bondadosa mano los alzó del suelo, pulsaron sus áureas arpas y llenaron el cielo con su deleitosa música y cánticos al Cordero». Primeros Escritos:288.

“Ninguno que tiene un Salvador morando en su interior lo deshonraría ante otros produciendo tonadas de un instrument musical que hace que la mente se desvíe de Dios y el cielo a cosas livianas y jocosas”. 1T:510.”La introducción de la música a sus hogares, en lugar de impulsarlos a la santidad y espiritualidad, ha sido el medio para desviar la mente de la verdad. Los cantos frívolos y las hojas de música popular del día parecieran congeniales a sus oraciones. La música cuando no se abusa de ella, es una gran bendición; pero dándole un uso incorrecto, se convierte en una terrible maldición. Excita pero no trae esa fuerza para fortificar contra el poder de las tentaciones del malo”. 1T:497.

”Las cosas que usted ha descrito, que están tomando lugar en Indiana, el Señor me ha mostrado que sucederán justamente antes que el tiempo de prueba se cierre. Cada cosa tosca o ruda será demostrada. Habrán gritos con tambores, música y baile. Los sentidos de los seres racionales se volverán tan confusos que no podrá confiarse en ellos para hacer decisiones correctas. Y esto es llamado el movimiento del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo. Es mejor no mezclar nunca el culto a Dios con música, que utilizar instrumentos musicales para realizar la obra que en enero pasado se me mostró que tendría lugar en nuestras reuniones de reavivamiento. La verdad para este tiempo no necesita nada de eso para convertir a las almas. El ruido desconcertante aturde los sentidos y desnaturaliza aquello que, si se condujera en la forma debida, constituiría una bendición. El influjo de los instrumentos satánicos se une con el estrépito y el vocerío, con lo cual resulta un carnaval, y a esto se lo denomina la obra del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo no tiene nada que ver con ese desorden perturbador y esa barahúnda que me fueron mostrados en enero pasado. Satanás trabaja en medio del estruendo y de la confusión producida por esa clase de música, la cual, si fuera dirigida debidamente, serviría para alabar y glorificar a Dios. El diablo hace que tenga el mismo efecto que la mordedura ponzoñosa de la serpiente.

Esas cosas que han estado en el pasado, estarán en el futuro. Satanás hará de la música una trampa, por el modo en que ésta es conducida”. 2MS:41-43.

”Ángeles están volando alrededor de aquella morada. Los jóvenes están allí congregados; hay sonido de música vocal e instrumental. Cristianos están reunidos allí, pero, qué es lo que usted oye? Es un canto, una frívola cantinela, especial para un salón de baile. He aquí ángeles puros que retraen su luz y la oscuridad cierne alrededor de ellos, y la oscuridad envuelve a los que están en aquella morada. Los ángeles se están retirando de la escena. En sus rostros se ve tristeza. Miro, están llorando. Esto es lo que vi repetidas veces en las reuniones de los guardadores del sábado, y especialmente en__________.

La música ha ocupado las horas que debieran haber sido para la oración devota. La música es un ídolo de muchos que profesan el sábado en los servicios religiosos cristianos. Satanás no tiene objeción para la música, si puede él hacer un canal por el que aparte la mente de Dios y ocupe el tiempo que debiera ser dedicado a su servicio, convendrá a su propósito. Para su trabajo utiliza los medios que ejerzan la más fuerte influencia para mantener al mayor número en una infatuación agradable, mientras son paralizados por su poder. La música es una bendición si se aprovecha bien, pero con frecuencia resulta uno de los más atrayentes instrumentos de Satanás para hacer caer a las almas. Cuando se abusa de ella, conduce a los que no son consagrados, al orgullo, a la vanidad y a la frivolidad. Cuando se permite que ocupe el lugar de la devoción y la oración, es una maldición terrible. Los jóvenes se reúnen para cantar, y aunque son cristianos profesos, deshonran con frecuencia a Dios y su fe con su conversación frívola y la música que eligen. La música sagrada no es de su gusto, Mi atención fue dirigida a las sencillas enseñanzas de la Palabra de Dios que habían sido pasadas por alto. En el juicio, todas estas palabras inspiradas condenarán a los que no les prestaron atención”. 1T:506.

”Una visión de una cierta compañía me fue presentada, donde estaban reunidos aquellos quienes profesan creer la verdad. Uno estaba sentado con el instrumento de música, y semejantes cantos fueron expuestos como para hacer que los ángeles que miraban lloraran. Había regocijo, habían risas vulgares, había entusiasmo abundante y cierta inspiración; pero la alegría era tal que Satán solamente podría crearla. Esto prepara a los participantes para pensamientos no santificados y acciones iguales. Tengo razón para pensar que alguien que estuvo involucrado en dicha escena difícilmente se arrepentirá de tan vergonzosa participación”. Consejos para Padres y Maestros:339.

”Un niño nervioso no debería ser sobrecargado en ninguna dirección, y no debería aprender música hasta que esté bien desarrollado físicamente”. Fundamentos de Educación Cristiana:416.

”Oh, que el sonido instrumental pudiera cesar y ellos no siguieran desperdiciando el tiempo en complacer su propia afición”. 2T:144.

”Madres, en lugar de procurar dar a vuestras hijas una educación musical, instruidlas en aquellas ramas tan útiles que tienen conexión más cerrada con la vida y la salud … Vuestras hijas pueden amar la música, y esto puede ser correcto; puede añadirse a la felicidad de la familia; pero el conocimiento de música sin el conocimiento de la cocina, no sirve de mucho. Cuando vuestras hijas tengan sus propias familias, un entendimiento de la música y buen trabajo no proveerá para la mesas una comida bien cocinada, preparada con atractivo, para que no tengan que avergonzarse de poner dicha comida delante de sus amigos de más estima”. 2T:538.

”Hay más reuniones para cantar que para orar entre nuestra gente; pero aún estas reuniones pueden ser conducidas en forma tan reverencial y aún alegre que puedan ellas ejercer una buena influencia. Hay, sin embargo, muchísima broma y conversación ociosas y chisme, para hacer estos tiempos beneficiosos, para elevar los pensamientos y refinar las costumbres”. 4T:73.

”Cantos bajos, gestos bajos, expresiones y actitudes, depravan la imaginación y rebajan la moral”. 4T:65.

”La opera, con su fascinante exhibicionismo y su música perturbadora, los disfraces, el baile, la mesa de barajas, Satanás los emplea para derribar las barreras de principios y abre la puerta para la indulgencia sensual”. Hogar Cristiano:515.

”Ropajes lujosos, buen canto y música instrumental en la iglesia no invitan al canto de los ángeles; a la vista de Dios estas cosas son como las ramas de la higuera sin frutos que no tenía nada sino un follaje pretencioso. Cristo busca frutos, por principios de bondad, simpatía y amor. Estos son los principios del cielo, y cuando sean revelados en las vidas de los seres humanos, sabremos qué pobre es la tierra; sin música o demostración externa, pero si poseen estos principios, los miembros pueden cantar, porque el gozo de Cristo está en sus almas, y esto pueden ofrecer como dulce alabanza a Dios”. Manuscrito l23, l899.

”Formas, ceremonias y acompañamiento no es la fuerza de la iglesia. Aún estas cosas han tomado el lugar que Dios debe tener, así como sucedió con el culto judío.
El Señor me ha revelado que cuando el corazón es limpiado y santificado, y los miembros de la iglesia son participantes de la naturaleza divina, un poder saldrá de la iglesia, que profesa la verdad, que causará melodía en el corazón. Los hombres y mujeres no dependerán entonces de su música instrumental, sino en el poder y la gracia de Dios; que dará gozo en abundancia”. Manuscrito 157, l899.

”Muchos están cantando hermosos cantos en las reuniones, cantos que ellos hacen, y que ellos dicen hacer; pero algunos no hacen estas cosas; no cantan con el espíritu y el entendimiento. Así en la lectura de la Palabra de Dios, algunos no son beneficiados, porque no la toman en su vida, no la practican”. Review and Herald, 2 de Septiembre de l892.

”¿Cómo puede Dios ser glorificado cuando ustedes dependen de sus cantos en un coro terrenal que canta por dinero? Mi hermano, cuando vea usted estas cosas a la luz verdadera, tendrá usted en sus reuniones, solamente sencillos y dulces cantos, y pedirá usted a la congregación que se una al canto Qué tal si entre los presentes hay varios cuyas voces no son tan melodiosas como las de otros? Cuando el canto es tal que los ángeles pueden unirse con los que entonan, se deja una impresión en las mentes que un canto en labios insatisfechos no puede hacer”. Carta 190, l902.

”No contratéis músicos mundanos si puede ser evitado. Juntad cantores que puedan cantar con el espíritu y el entendimiento también. El exhibicionismo extra que vosotros hacéis algunas veces ocasiona gastos innecesarios, que los hermanos no deberían ser forzados a enfrentar, y encontraréis que después de un tiempo los no creyentes no querrán dar dinero para estos gastos”. Carta 51, 1892.

”Pero en ciertas ocasiones es más difícil disciplinar a los cantores y mantenerlos trabajando en orden, que mejorar los hábitos de orar y exhortar. Muchos quieren hacer las cosas a su propio estilo, objetan a consultar, y se impacientan bajo dirección; planes bien maduros son necesitados en el servicio de Dios. El sentido común es una cosa excelente en el culto del Señor”. 4T:71.

”En las reuniones que se sostienen, el canto no debe ser descuidado. Dios puede ser glorificado en esta parte del culto. Y cuando los cantores ofrecen su servicio, deberían ser aceptados. Pero no se debe usar dinero para contratar cantores. A menudo el canto de simples himnos por la congregación tiene un encanto que no poseen los cantos de un coro, aunque estos sean muy diestros”. Carta 49, 1902.

”El exhibicionismo no es religión ni santificación. No hay nada más ofensivo ante la vista de Dios que el exhibirse en una música instrumental, cuando los que están tomando parte no son consagrados, no están haciendo melodía para Dios en sus corazones. La ofrenda más dulce y aceptable a la vista de Dios es un corazón hecho humilde por la renunciación propia, levantando la Cruz y siguiendo a Jesús.

No tenemos tiempo ahora de buscar aquellas cosas que sólo complacen los sentidos. Una búsqueda de todo corazón es requerida. Con lágrimas y el corazón quebrantados en confesión necesitamos acercarnos a Dios para que Él pueda acercarse a nosotros”. Review and Herald, Noviembre de 1899.

”Dios es glorificado por cantos de alabanza de un corazón puro lleno de amor y devoción hacia Él”. 1T:509.

”En nuestros servicios en los campestres, debería haber música cantada e instrumental. La música instrumental fue usada en los servicios religiosos de los tiempos antiguos. Los adoradores adoraban a Dios con el arpa y el címbalo, y la música debe tener su lugar en nuestros servicios. Le añadirá interés. Y cada día una reunión de adoración debe ser sostenida con un sencillo servicio de acción de gracias hacia Dios. Habría más poder en nuestros campestres si tuviéramos mayor alabanza brotando de nuestros labios para el honor y la gloria de su nombre. Necesitamos cultivar más fervor del alma. El Señor dice: «El que ofrece alabanza me glorifica». Salmo 50:23”. 6T:62.

”El canto no debería ser hecho por unos pocos solamente. Todos los presentes deberían alentarse para unirse en el servicio de canto”. Carta 157, 1902.

”La música forma parte del culto tributado a Dios en las cortes de arriba. En nuestros cánticos de alabanza debiéramos procurar aproximarnos, tanto como sea posible, a la armonía de los coros celestiales. A menudo he estado apenada de escuchar voces sin entrenamiento, entonar las notas más altas, literalmente chillando las palabras de algún himno de alabanza. ¡Cuán inapropiadas son esas agudas y rasposas voces para el solemne y gozoso culto a Dios! Anhelé detener mis oídos de escuchar y huir del lugar, y me regocijé cuando tan penoso ejercicio estuvo terminado.

Aquellos que hacen del canto una parte del culto divino deberían seleccionar himnos con música apropiada para la ocasión, no notas fúnebres, sino de ánimo, pero de melodías solemnes. La voz puede y debería ser modulada, suavizada y dominada”. Señales de los Tiempos, 22 de Junio de 1882.

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