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La palabra temed a Dios en el mensaje del primer ángel se relaciona con la hora del juicio: «diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.»
Apocalipsis 14:7 RVR1960
En otras referencias bíblicas se relaciona esta palabra con la obediencia a los mandamientos de Dios: «El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.» Eclesiastés 12:13-14 RVR1960
Para los hebreos esta palabra era muy conocida la palabra «temor» tenía una connotación de obediencia y de respeto a los mandamientos de Dios: «Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?» Deuteronomio 10:12-13 RVR1960
También se menciona en el sentido de trasmitir la torah a los hijos y sus generaciones: «El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;» Deuteronomio 4:10 RVR1960
El sabio Salmon también presenta el temor de Jehová con la sabiduría: «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.»
Proverbios 1:7 RVR1960
El contexto de esta cita se relaciona con apartarse del mal: «El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.»
Proverbios 8:13 RVR1960
En otras palabras concluyentes y concisas, temer a Dios no significa tener miedo, si no un profundo respeto y obediencia, mejor dicho los que temen a Dios obedecen sus mandamientos. Temer a Dios seria sinónimo de obedecer. Los hijos de Dios obedecen, no por miedo, si no por amor, el apóstol Juan dice:
«En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.» 1 Juan 4:17-18 RVR1960.
Por Rafael Diaz
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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