Orar no es un asunto deportivo. Orar es un asunto de vida o muerte. La oración es ese aliento que usted necesita para poder vivir. Cuando usted no tiene el habito de orar, cuando usted no ora frecuentemente, cuando la oración no es parte de su vida, usted esta muerto.
¿Para qué orar? Para que el poder del Espíritu se manifieste. Para que Dios haga su obra. Para que el cielo se manifieste en la vida nuestra. La oración es el termómetro para saber si estamos en la fe.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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