Recursos devocionales
Vivimos en una época muy desdichada para los niños y jóvenes. Hay demasiadas atracciones que seducen a la juventud y los arrastran con una fuerte corriente hacia la perdición.
Pareciera que Satanás tiene cautivados a los jóvenes en general ¿no le parece? Observe a su alrededor y note los jóvenes seguidores de Jesús. Es difícil encontrar jóvenes amantes de la virtud. Aquellos que quieren obedecer la voluntad de Dios, el diablo los tienta fuertemente para que renuncien.
La mundanalidad, la inmoralidad sexual, el entretenimiento y los vicios están volviéndose parte normal de los jóvenes «cristianos»; lo normal en esta época es transgredir la voluntad de Dios sin sentir la menor represión por ello. Como que no estamos muy lejos de vivir como en los días de Sodoma y Gomorra o como en los días de Noé.
Es mas triste aun ver a padres indolentes e indiferentes con el destino eterno de sus hijos. Están en un estado de somnolencia permanente y mortal. Padres que han conocido el camino correcto y que son inexcusables ante tanta luz recibida, están permitiendo que Satanás tome posesión de sus hijos y los separe de Dios.
El cuadro descrito en Romanos 1:18-32 con una sociedad entregada a los vicios y concupiscencias del corazón, una sociedad dominada por las pasiones y hundida en la inmoralidad es el escenario previo a la segunda venida de Cristo y es el escenario que estamos viendo en la actualidad.
Veamos algunas cita del libro Conducción del Niño
El pecado que cometen los padres
«Debido a que los hombres y mujeres no obedecen a Dios, sino que eligen sus propios caminos y siguen su propia imaginación pervertida, se permite a Satanás que levante su bandera infernal en sus familias y haga sentir su poder en las criaturas, los niños y los jóvenes… El pecado cometido por los padres al permitir a Satanás que domine va más allá de toda comprensión.» —CN 444
«Muchos padres por su preparación, por su necia condescendencia e indulgencia de los gustos y apetitos, se hacen responsables de los torcidos caminos y caracteres de sus hijos. » —CN 445
Los padres necesitan despertar
«El Señor obraría sobre el corazón de los hijos si los padres tan sólo cooperaran con los agentes divinos, pero él no tratará de hacer lo que os ha sido asignado como vuestra parte de la obra. Padres, debéis despertar de vuestra somnolencia mortal.»—CN 444
«Los padres duermen. Sus hijos van a la destrucción delante de sus ojos… La religión en el hogar es nuestra gran esperanza e ilumina la perspectiva de la conversión de toda la familia a la verdad de Dios.»—CN 447
Los padres preparan a los hijos
«Así como el paciente artista estudia y trabaja, y forma planes para hacer perfectos los resultados de su obra, asi los padres debieran considerar tiempo bien invertido el que es ocupado en preparar a los hijos para vidas útiles y en capacitarlos para el reino inmortal. «—CN 449
Cuesta pero esta obra recompensa
«Cuesta algo el llevar a los hijos por los caminos de Dios. Cuesta las lágrimas de una madre y las oraciones de un padre. Requiere incansables esfuerzos de enseñanza paciente, un poco aquí y otro poco allá. Pero esta obra recompensa. De esta manera los padres pueden construir un baluarte alrededor de sus hijos con el cual preservarlos del mal que está anegando nuestro mundo»—CN 451
Satanás ataca a los jóvenes especialmente
«La obra especial de Satanás en estos últimos días es posesionarse de la mente de la juventud, corromper los pensamientos e inflamar las pasiones» —CN 412
Enseñar el dominio propio a los hijos y evitar que aprendan hábitos viles
«Cuán importante es que enseñemos a nuestros hijos el dominio propio desde su misma infancia y les enseñemos la lección de someter su voluntad a nosotros. Si tuvieran la desgracia de aprender hábitos erróneos, sin conocer todos los malos resultados, pueden ser reformados recurriendo a su razón y convenciéndolos de que tales hábitos arruinan el organismo y afectan la mente.»—CN 430
«Satanás está dominando la mente de los jóvenes, y debemos trabajar resuelta y fielmente para salvarlos. «—CN 430
«Madres, no podéis ser demasiado cuidadosas en prevenir a vuestros hijos para que no aprendan hábitos viles. Es más fácil aprender el mal que desarraigarlo después que se ha aprendido»—CN 430
«Resguardadlos, como deben hacerlo las madres fieles, para que no se contaminen asociándose con cualquier joven. Conservadlos, como joyas preciosas, de la influencia corruptora de este siglo.»—CN 433
Es pecado tolerar el pecado
«Es un pecado tolerar a un hijo cuando es joven y se descarría. Un hijo debiera ser mantenido bajo dominio.»—CN 254
Dios aceptara a los arrepentidos
«Debéis animar a vuestros hijos pues un Dios misericordioso aceptará el corazón verdaderamente arrepentido y bendecirá sus esfuerzos para limpiarse de toda inmundicia de carne y espíritu.»—CN 436
Lea también sobre la responsabilidad de los padres por los hijos que salen de la iglesia.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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