Seminario El Padre Nuestro-Power Point

El Padre Nuestro, una de las oraciones más icónicas y reverenciadas en la tradición cristiana, es un regalo de Jesús a sus discípulos. Este profundo discurso se encuentra en Mateo 6:9 y se presenta en dos momentos significativos de su enseñanza: primero, durante el Sermón del Monte, y luego, algunos meses después, cuando sus discípulos le pidieron que los instruyera en la oración.

Jesús no les entregó una nueva fórmula de oración, sino que repitió las palabras que ya les había enseñado. Esto nos sugiere que estas palabras encierran un significado profundo que a menudo pasa desapercibido.

El Padre Nuestro nos enseña a acercarnos a Dios con gratitud, a expresar nuestras necesidades, a confesar nuestros pecados y a buscar su misericordia según sus promesas. Cada frase tiene un propósito y una profundidad espiritual que vale la pena explorar.

A lo largo de este seminario, exploraremos las diferentes partes de la oración, desde la adoración del nombre de Dios hasta la petición de que su voluntad se cumpla en la tierra. Descubriremos cómo el Padre Nuestro nos invita a considerar nuestro pan diario, a perdonar a otros como Dios nos perdona y a buscar la protección divina contra la tentación y el mal.

Finalmente, reconoceremos que esta oración culmina con una afirmación de la supremacía de Dios sobre todo reino, poder y gloria. Así, el Padre Nuestro se convierte en un faro de orientación espiritual que nos guía en nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes. A lo largo de este análisis, exploraremos las profundidades de estas palabras y su significado en nuestras vidas como seguidores de Cristo.


El Padre Nuestro:

  1. «Padre Nuestro que estás en los cielos»: Esta frase nos invita a iniciar la oración reconociendo la relación especial que tenemos con Dios como nuestros padres celestiales. Nos recuerda que, aunque Dios es el Soberano del universo, también es nuestro Padre amoroso que está en el cielo.
  2. «Santificado sea tu nombre»: Al santificar el nombre de Dios, estamos reconociendo su santidad y divinidad. Esta parte de la oración nos llama a adorar y reverenciar el nombre de Dios, reconociendo su grandeza y pureza.
  3. «Venga tu reino»: Esta frase nos invita a orar por la venida del reino de Dios en la tierra. Nos recuerda que, como seguidores de Cristo, anhelamos la manifestación del reino divino en nuestras vidas y en el mundo entero.
  4. «Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo»: Aquí, reconocemos la soberanía de Dios sobre todas las cosas y expresamos nuestra disposición a someternos a su voluntad divina. Esta parte de la oración nos llama a buscar y seguir la voluntad de Dios en nuestra vida cotidiana.
  5. «Danos hoy el pan nuestro de cada día»: En esta frase, expresamos nuestra dependencia de Dios para nuestras necesidades básicas, tanto físicas como espirituales. Pedimos a Dios que provea lo que necesitamos para vivir y mantenernos.
  6. «Perdona nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores»: Reconociendo nuestra propia necesidad de perdón, pedimos a Dios que nos perdone como nosotros perdonamos a quienes nos han ofendido. Esta parte de la oración resalta la importancia del perdón y la reconciliación en nuestras relaciones.
  7. «No nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal»: En esta última petición, pedimos la ayuda y la protección de Dios para mantenernos firmes ante la tentación y ser librados del mal. Reconocemos nuestra debilidad y nuestra necesidad constante de la guía divina.
  8. «Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por siempre. Amén»: Con esta conclusión, afirmamos la supremacía y la grandeza de Dios sobre todas las cosas. Reconocemos que el reino, el poder y la gloria le pertenecen eternamente, y cerramos la oración con una expresión de confianza y adoración en Dios.

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Pensamiento de hoy

- Elena G. White


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