Alabanzas en el cielo: Qué motiva la adoración de billones de seres celestiales -Pptx

Cuando entonamos himnos de alabanza, usualmente lo hacemos motivados por experiencias o emociones específicas. Sin embargo, en «Alabanzas en el Cielo,» nos sumergimos en un contexto celestial donde billones de seres celestiales elevan su voz en adoración. ¿Qué motiva estas alabanzas masivas? Este estudio se embarca en explorar las razones fundamentales que la Palabra de Dios revela, sumergiéndonos en el gozo celestial.

El primer motivo de alabanza es el sellamiento, como se describe en Apocalipsis 7:1-4. Cuatro ángeles detienen los vientos para proteger a los siervos de Dios. Este acto simboliza la protección divina, y la multitud vestida de ropas blancas y sosteniendo palmas testimonia la victoria sobre las pruebas de la vida.

La segunda razón radica en la destitución de Satanás del cielo, evidenciando la lucha cósmica y la victoria sobre las fuerzas malignas. Los métodos empleados por Satanás para impedir la prosperidad de la iglesia son superados por la sangre del Cordero y el testimonio de los creyentes.

La creación de todas las cosas constituye el tercer motivo de alabanza. El relato bíblico de la creación revela el amor de Dios, y los ángeles se regocijan por la magnificencia de este planeta y su propósito divino.

La redención del hombre, como se ilustra en Juan 19:28-30 y Apocalipsis 5:9-13, constituye el cuarto motivo. La alabanza surge por la obra redentora de Jesús, quien fue inmolado para la salvación de la humanidad.

El quinto motivo anticipa el fin del tiempo de gracia. Mateo 24:14 destaca la importancia de la predicación del evangelio, y Apocalipsis 15:2-4 revela la victoria sobre las pruebas y el regocijo por la respuesta positiva de aquellos que aceptaron la salvación.

La condenación de la ramera, representante de la iglesia apóstata, se convierte en el sexto motivo de alabanza. La justicia divina es celebrada por los ángeles en Apocalipsis 19:1-4.

Finalmente, el séptimo motivo de alabanza es la liberación final. Marcando el fin del tiempo, la predicación del evangelio culmina en la adoración eterna en la presencia de Dios, como revela Mateo 16:15-16, Apocalipsis 21:3-4, y Malaquías 4:2.

Este estudio nos invita a reflexionar sobre nuestra conexión con estas razones celestiales de alabanza y a prepararnos para participar en este grandioso coro cuando llegue el momento. Que podamos vivir conforme a las enseñanzas divinas y experimentar la plenitud de la salvación para unirnos a las alabanzas en el cielo por toda la eternidad.

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Pensamiento de hoy

- Elena G. White


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