Cómo conversar con Dios como con un amigo

La oración es la respiración del alma –es vital, las fuerzas necesarias para vivir una vida cristiana victoriosa. Cuando oramos, no nos estamos aproximando a un Dios “distante” que no tiene interés en nuestra vida personal, sino que estamos hablando con Alguien que está siempre listo a ayudarnos y a responder nuestras oraciones. “La oración es abrir el corazón a Dios como a un amigo.” Ese es el método de comunicación que Dios eligió a fin de que podamos ir a Él para presentar nuestras peticiones y encontrar poder espiritual para vivir por Cristo.

Mateo 6: 7, 8 Y al orar, NO USÉIS VANAS REPETICIONES, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos, porque VUESTRO PADRE SABE DE QUÉ COSAS TENÉIS NECESIDAD ANTES QUE VOSOTROS LE PIDÁIS.

No es necesario pedirle a Dios repetidas veces la misma cosa, como era costumbre entre los paganos. Dios conoce nuestra necesidad, pero aún así desea que nos comuniquemos con Él por medio de la oración, y que le pidamos que nos atienda las necesidades esenciales y que perseveremos en la oración, apelando a Él, pero no profiriendo frases repetitivas como un loro.

Mateo 6: 9-13 Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Este es el modelo de oración presentado por Jesús, normalmente referido como “el Padrenuestro”. Los discípulos le habían pedido a Jesús que les enseñara a orar y Jesús les enseñó esa oración como un modelo sobre los motivos por los cuales orar. Naturalmente la oración no se limita solamente a esos motivos, va más allá y podemos orar por todos los aspectos de la vida diaria.

Juan 14: 13 Y TODO LO QUE PIDÁIS EN MI NOMBRE, ESO HARÉ, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Cuando oramos a nuestro Padre que está en los cielos, hacemos nuestra petición por medio de Jesús. La promesa es que nuestras oraciones sean atendidas.

Marcos 11: 24 Por esta razón os digo que todo por lo cual oráis y pedís, creed que lo habéis recibido, y os será hecho.

La respuesta a la oración se hace realidad cuando creemos.

1 Tes. 5: 17 ORAD SIN CESAR.

Obviamente, eso no quiere decir que debemos permanecer sobre nuestras rodillas, en oración todo el tiempo, sino que podemos conversar con Dios siempre. La atmósfera del cielo puede estar con nosotros, no importa donde estemos o que estemos haciendo.

“No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente oración. En medio de las multitudes y del afán de nuestros negocios, podemos enviar a Dios una petición e implorar la divina dirección, como lo hizo Nehemías cuando presentó su pedido delante del rey Artajerjes. En dondequiera que estemos podemos encontrar un lugar para estar en comunión con Él. Debemos tener abierta continuamente la puerta del corazón, e invitar siempre a Jesús a venir y morar en el alma como huésped celestial.” El Camino a Cristo, pág. 99

Mateo 6: 6 Pero tú, CUANDO ORES, ENTRA EN TU HABITACIÓN, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto te recompensará.

La oración no debe ser una demostración orgullosa. La oración es algo privado entre Dios y la persona. Cristo amonestó a Sus seguidores a entrar a un aposento, cerrar la puerta y orar en secreto. Eso eliminará las influencias que nos distraen de buscar a Dios y nos permitirá concentrarnos en la oración. La oración pública tiene su lugar y, cuando se usa, debe ser breve. La oración personal no tiene límites, sin embargo, la pública es diferente. La persona elegida para orar no debe tratar de impresionar a los otros, pero ser porta voz, hablar en nombre de las demás personas reunidas en oración.

Romanos 8: 26 Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; PORQUE CÓMO DEBIÉRAMOS ORAR, NO LO SABEMOS; PERO EL ESPÍRITU MISMO INTERCEDE con gemidos indecibles.

Es tan reconfortante saber que el Espíritu Santo, de la mejor manera posible, presenta nuestras oraciones a Dios.

CONDICIONES PARA QUE NUESTRA ORACIÓN SEA RESPONDIDA

1. Dependencia de Dios.

1 Pedro 5: 7 ECHAD SOBRE ÉL TODA VUESTRA ANSIEDAD, PORQUE ÉL TIENE CUIDADO DE VOSOTROS.

Cuando confiamos en nosotros mismos lo más seguro es que fallemos, pero cuando colocamos nuestra dependencia en Dios, tendremos éxito.

2. Orar de acuerdo con la voluntad de Dios.

1 Juan 5: 14 Y ésta es la confianza que tenemos delante de él: que SI PEDIMOS ALGO CONFORME A SU VOLUNTAD, ÉL NOS OYE.

Es necesario tener madurez espiritual para comprender cuando dios dice NO a nuestras peticiones. Dios conoce lo que es mejor para nosotros. Dios siempre responde las oraciones. Algunas veces Él dice SI, otras NO y a veces, ESPERA. Podemos tener la seguridad de que Su respuesta siempre será la mejor, todo el tiempo. Algunas veces debemos seguir el ejemplo de Jesús y, por la fe, decir: “Hágase Tu voluntad.” Si pudiésemos ver como Dios ve, nunca dudaríamos de Su liderazgo.

Santiago 4: 3 PEDÍS, Y NO RECIBÍS; PORQUE PEDÍS MAL, para gastarlo en vuestros placeres.

Cuando permanecemos en el error, y algunas veces pedimos lo que no es correcto, Dios no nos dará aquello que nos va a perjudicar.

3. Tener fe.

Hebreos 11: 6 Y SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan.

Debemos creer en Dios y confiar en Él a fin de agradarlo.

Santiago 1: 6 PERO PIDA CON FE, NO DUDANDO NADA. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro.

Este es el secreto para recibir respuesta a nuestras oraciones –fe- creer en Dios sin dudar; confiar totalmente en Él.

4. Abandonar el pecado.

Salmo 66: 18 SI EN MI CORAZÓN YO HUBIESE CONSENTIDO LA INIQUIDAD, EL SEÑOR NO ME HABRÍA ESCUCHADO.

Si mantengo pensamientos pecaminosos premeditados o espíritu de rebelión, la línea de comunicación por medio de la oración se rompe.

Prov. 28: 9, 13 EL QUE APARTA SU OÍDO PARA NO OÍR LA LEY, AUN SU ORACIÓN ES ABOMINABLE. EL QUE ENCUBRE SUS

PECADOS NO PROSPERARÁ, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia.

Si la persona fue convencida en cuanto a guardar los mandamientos de Dios y se rehúsa a obedecerlos en grande o pequeña escala, Dios considera su oración como abominación. Está equivocado pensar que Dios aceptará la oración de profesos cristianos, mientras desobedecen voluntariamente los mandamientos de Dios.

Hebreos 4: 16 ACERQUÉMONOS, PUES, CON CONFIANZA AL TRONO DE LA GRACIA para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.

Cuando reunimos las condiciones para recibir respuesta a nuestra oración, podemos aproximarnos a Dios con confianza, sabiendo que Él tiene placer en recibirnos.

¿POR QUÉ MOTIVOS DEBEMOS ORAR?

1 Juan 1: 9 SI CONFESAMOS NUESTROS PECADOS, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

En la oración del Señor, Jesús nos mostró como orar. Nuevamente aquí nos amonesta a confesar nuestros pecados y a hacer eso por medio de la oración.

Santiago 1: 5 Y SI A ALGUNO DE VOSOTROS LE FALTA SABIDURÍA,

PÍDALA A DIOS, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar; y le será dada.

Podemos orar pidiendo sabiduría, especialmente en los temas espirituales.

Mateo 7: 7 «PEDID, Y SE OS DARÁ. Buscad y hallaréis. Llamad, y se os abrirá.

Salmo 84: 11 Porque sol y escudo es JEHOVÁ DIOS; gracia y gloria dará JEHOVÁ. NO PRIVARÁ DEL BIEN A LOS QUE ANDAN EN INTEGRIDAD.

Para recibir, todo lo que tenemos que hacer es pedir; y cuando pedimos de acuerdo con la voluntad de Dios, podemos tener la seguridad de que seremos atendidos.

Santiago 5: 15 Y LA ORACIÓN DE FE DARÁ SALUD AL ENFERMO, y el Señor lo levantará. Y si ha cometido pecados, le serán perdonados.

Si tuviéramos fe de que Dios cura, Él restaurará al enfermo en respuesta a las oraciones sinceras del creyente. En verdad, la vida devota de la oración nos motivará a llevar todas las cosas a nuestro Padre Celestial. Él será nuestra constante Compañía, conduciéndonos día a día en los caminos de la justicia.

“Si mantenemos al Señor constantemente delante de nosotros, permitiendo que nuestros corazones expresen el agradecimiento y la alabanza a él debidos, tendremos una frescura perdurable en nuestra vida religiosa. Nuestras oraciones tomarán la forma de una conversación con Dios, como si habláramos con un amigo. Él nos dirá personalmente sus misterios. A menudo nos vendrá un dulce y gozoso sentimiento de la presencia de Jesús. A menudo nuestros corazones arderán dentro de nosotros mientras él se acerque para ponerse en comunión con nosotros como lo hizo con Enoc. Cuando ésta es en verdad la experiencia del cristiano, se ven en su vida una sencillez, una humildad, una mansedumbre y bondad de corazón que muestran a todo aquel con quien se relacione que ha estado con Jesús y aprendido de él.” Parábolas de Jesús, pág. 100.

Filipenses 4: 6 Por nada estéis afanosos; MÁS BIEN, PRESENTAD VUESTRAS PETICIONES DELANTE DE DIOS EN TODA ORACIÓN Y RUEGO, CON ACCIÓN DE GRACIAS.

Para que la oración sea más significativa es necesario crear atmósfera adecuada. Eso se puede alcanzar cuando se está a solas. En primer lugar pronuncia una breve oración, después lee una porción de la Biblia y medita en lo que leíste. Aplica su significado a tu vida personal, siempre que sea posible. Ahora tu mente está bloqueada para todos los asuntos comunes de la vida y estás listo para conversar con Dios en oración. No una oración apresurada. Da prioridad a la oración elevada.

Es bueno orar por personas y necesidades específicas. Evita orar en forma generalizada, pues así se convertirá en algo vago. Cuando estás orando, estás conversando con Dios como con un Amigo. Querido, ¿estás realmente comunicándote con Dios por medio de la oración? La comunicación no depende de tus sentimientos o emociones, se fundamenta en hechos. Obtendrás la victoria, la liberación y la alegría en el Señor. ¿No deseas decidirte a emplear el sistema de comunicación provisto por Dios –la ORACIÓN?

Para meditar:

  1. ¿Qué amonestación hizo Jesús cuando explicó la forma de orar? Mateo 6: 7,8
  2. El modelo de oración presentado por Jesús en Mateo 6: 9-13, normalmente se refiere como:______
  3. Al orar, ¿cuál debe ser nuestra actitud con respecto a nuestras peticiones? Marcos 11: 24
  4. ¿Cómo explicó Jesús el método de la oración personal? Mateo 6: 6
  5. ¿Quién convierte nuestras oraciones en aceptables a Dios? Romanos 8: 26
  6. ¿Qué condiciones debemos tener siempre en mente cuando presentamos nuestras peticiones a Dios? 1 Juan 5: 14, 15
  7. ¿Cuál es la importancia de la fe en la oración? Santiago 1: 6
  8. ¿Cuándo Dios deja de oír una oración? Salmo 66: 18
  9. ¿Oirá Dios la oración de la persona que no obedece Su ley? Proverbios 28: 9, 13
  10. ¿Qué es vital recordar en la oración todo el tiempo? 1 Juan 1: 9
  11. ¿Cuán dispuesto está Dios de atender nuestras peticiones en oración? Salmo 84: 11
  12. ¿Cómo muestra Filipenses 4: 6 muestra como podemos llevar todo a Dios en oración?

¿Tienes planes de utilizar diariamente el sistema de comunicación con Dios –la oración?

📩 ¡Suscríbete y recibe contenido exclusivo!

Pensamiento de hoy

- Elena G. White

Síguenos en las redes:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *