La Biblia enseña de principio a fin que una persona se sale de la iglesia desde el momento que se separó de Cristo y apostato de la fe. Cuando una persona ya no siente la necesidad de congregarse, ese fue el resultado de una mala relación como Cristo.
Salirse de la iglesia no significa precisamente ya no congregarse en un templo de cuatro paredes. Esto significa que una persona se separa de Cristo y de la iglesia desde el momento que abandona la fe, aún perteneciendo a una congregación, la Biblia dice apostatar de la fe, no dice apostatar de una congregación.
«Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;» 1 Timoteo 4:1 RVR1960
Ejemplos de personas que siguieron perteneciendo al pueblo, pero que apostaron de la fe:
Caín: «Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.» 1 Juan 3:11-12 RVR1960
Esau: «Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.»
Hebreos 12:15-16 RVR1960
El pueblo de Israel: «En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.» S.Juan 1:10-11 RVR1960
Muchos predicadores sostienen que la persecución vendrá de afuera, cuando el protestantismo se una con el papado para perseguir al pueblo de Dios. Pero esto no es lo que enseña la Biblia. La Biblia enseña que la persecución iniciará dentro de la iglesia. La historia se repetirá, el hermano se levantara contra el hermano, y los enemigos del hombre serán los de su propia casa. (Mateo 10:36).
La historia se repetirá, Salomón dice no hay nuevo debajo del sol.(Eclesiastés 1:9). Elena White dice que la iglesia adventista seguirá los mismos pasos del pueblo de Israel de antaño. Toda la apostasia y rebelión durante los cuarenta años de peregrinación por el desierto fue provocada por la «MULTITUD MIXTA», era una clase de hipócritas que salieron de Egipto con el pueblo de Israel, pero que no eran del pueblo, salieron por miedo a las plagas, pero que no eran genuinos hijos de Dios. (Éxodo 12:37-38).
La historia se repetirá, así como Caín mato a su hermano Abel, se volverá a empuñar el cetro contra el pueblo de Dios, así como Esau persiguió a su hermano Jacob para matarlo, también los enemigos internos se volcarán para matar al remanente
Hoy podemos comprender que salirse de la iglesia es apostar de la fe, aún perteneciendo a la congregación, a la vista de Dios esta persona ya no pertenece a la iglesia que es el cuerpo de Cristo. Cristo amonesta a la iglesia de Sardis:
«Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.»
Apocalipsis 3:1 RVR1960
«El hecho de que una persona se encuentre en compañía de los hijos de Dios, y hasta en el lugar de culto y en torno a la mesa del Señor, no prueba que dicha persona sea verdaderamente cristiana. Allí está con frecuencia Satanás en las ocasiones más solemnes, bajo la forma de aquellos a quienes puede emplear como agentes suyos». – {CS 393.2}
«El hecho de que nuestros nombres estén en los libros de la iglesia no nos asegura la entrada en el reino de los cielos.«. –{MGD 249.3}
«Las personas pueden tener sus nombres registrados en los libros de la iglesia; pero eso no los hace ser hijos de luz. Pueden disfrutar de posiciones honorables y recibir la alabanza de los hombres; pero eso no los transforma en hijos de luz… Debe haber una profunda obra de la gracia, el amor de Dios en el corazón, y este amor se expresa mediante la obediencia». – {Exaltad a Jesus 260.3}
«No todos los nombres que están registrados en los libros de la iglesia están registrados en el Libro de la Vida del Cordero; muchos, aunque aparentan ser creyentes sinceros, no viven en conexión con Cristo. Se han anotado, sus nombres han sido registrados; pero la obra interna de la gracia no se lleva a cabo en el corazón».– {5TI 258.2}
Autor Rafael Díaz
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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