Recursos devocionales
Con vientos de casi 300 kilómetros por hora, el huracán Irma ha batido registros tristes y de miedo. Se trata del huracán más fuerte en el Atlántico desde 1980, con vientos de la categoría 5 mantenidos por más de dos días y con una de las más bajas presiones atmosféricas en el ojo (que tiene 45 km), lo que ayuda a generar vientos aún más fuertes. Los expertos calculan que la potencia destructiva del Irma es equivalente al doble de la energía generada por todas las bombas usadas en la Segunda Guerra Mundial. La previsión es que este catastrófico huracán llegue a los Estados Unidos hasta mañana, causando más daños a su paso por el Mar Caribe (en la isla de Barbuda, el 90% de las casas fueron destruidas). Y otros dos están formando allí.
Otro evento destructivo tuvo lugar anoche en la costa sur de México, dejando 35 muertos y causando incluso fenómenos atmosféricos muy impresionantes. Un terremoto de magnitud 8,1 en la escala de Richter generó alerta de tsunami para ocho países: México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Ecuador. El sismo sacudió casi todo México y es probable que en las próximas 24 horas ocurra una fuerte réplica.
Los expertos han dado un paso adelante para decir que estamos llegando a la cima del calentamiento global, que lleva de nuevo a las discusiones delanteras y propuestas para minimizar el problema, es decir, los esfuerzos Ecuménicos .
Mientras tanto, sangrientos atentados terroristas continúan siendo realizados en Europa, y en Asia la crisis aumenta con las constantes amenazas y las pruebas de misiles hechos por Corea del Norte, acciones que han dejado al mundo al borde de una guerra que puede asumir proporciones aún más devastadoras como las de los dos eventos anteriores, tanto en términos de pérdidas de vidas humanas como como factor generador de una crisis económica global, con sus graves efectos.
El mundo realmente está al borde del caos. Se tiene la impresión de que poco a poco los ángeles del Apocalipsis están soltando los «vientos» de las convulsiones sociales, de las guerras y de las destrucciones hace tanto tiempo contenidas por misericordia divina. Más indicios de que el fin se acerca y de que necesitamos estar siempre preparados. [MB]
Por Michelson Borges
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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