Cuando Satanás tuvo la oportunidad de arrepentirse y no lo hizo!

Después que Satanás fue expulsado del cielo (como leemos en Ap. 12: 7-9), él ya había recibido todas las oportunidades posibles. Por eso, cuando fue arrojado a la Tierra (Ap. 12:12, Lc 10:18), el destino de él ya estaba sellado, pues, él lo escogió así.

Las oportunidades no le faltaron a Lucifer. Podemos estar seguros de ello. Al final, la Biblia enseña que «Dios es amor» (1 Jn 4: 8, 16), que Él tiene «placer en la misericordia» (Mq 7:19) y que el Creador es «¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?» (Ez 18:23, 32). 

Elena White aclara que el tiempo de la gracia para Satanás y sus ángeles se agotó con la expulsión de ellos del cielo:

Lucifer no fue expulsado inmediatamente del cielo

«En su gran misericordia, Dios soportó por largo tiempo a Lucifer. Este no fue expulsado inmediatamente de su elevado puesto, cuando se dejó arrastrar por primera vez por el espíritu de descontento, ni tampoco cuando empezó a presentar sus falsos asertos a los ángeles leales. Fue retenido aún por mucho tiempo en el cielo. Varias y repetidas veces se le ofreció el perdón con tal de que se arrepintiese y se sometiese. Para convencerle de su error se hicieron esfuerzos de que solo el amor y la sabiduría infinitos eran capaces.» (El Conflicto de los Siglos, págs. 486)

Satanás solicito una entrevista con Cristo

«Satanás tembló al contemplar su obra. Meditaba a solas en el pasado, el presente y sus planes para el futuro. Su poderosa contextura temblaba como si fuera sacudida por una tempestad. Entonces pasó un ángel del cielo. Lo llamó y le suplicó que le consiguiera una entrevista con Cristo. Le fue concedida. Entonces le dijo al Hijo de Dios que se había arrepentido de su rebelión y deseaba obtener nuevamente el favor de Dios. Deseaba ocupar el lugar que Dios le había asignado previamente, y permanecer bajo su sabia dirección. Cristo lloró ante la desgracia de Satanás, pero le dijo, comunicándole la decisión de Dios, que nunca más sería recibido en el cielo, pues éste no podía ser expuesto al peligro. Todo el cielo se malograría si se lo recibía otra vez, porque el pecado y la rebelión se habían originado en él. Las semillas de la rebelión todavía estaban dentro de él. No había tenido, en el curso de su rebelión, motivo alguno para actuar de esa manera, y había acarreado ruina sin esperanzas, no sólo para sí mismo, sino para las huestes de ángeles que habrían sido felices en el cielo si él se hubiera mantenido fiel. La ley de Dios podía condenar, pero no perdonar.{HR 26.2}

Satanás no se arrepintió de su rebelión

«No se arrepintió de su rebelión porque había visto la bondad de Dios, de la cual había abusado. No era posible que su amor por Dios hubiera aumentado tanto desde la caída como para conducirlo a una gozosa sumisión y una obediencia feliz a su ley, que había sido despreciada. La desgracia que experimentaba al haber perdido la dulce luz del cielo, el sentimiento de culpa que lo oprimía, y la desilusión que experimentó al ver que sus esperanzas resultaban fallidas, eran la causa de su dolor. Ser comandante fuera del cielo era muy diferente que gozar de ese honor en él. La pérdida de todos los privilegios que había tenido en el cielo le pareció demasiado grande como para soportarla. Deseaba recuperarlos.» {HR 27.1}

«El tremendo cambio que se había operado en su situación no había aumentado su amor a Dios, ni a su sabia y justa ley. Cuando Satanás se convenció plenamente de que no había posibilidad alguna de recuperar el favor de Dios, manifestó su maldad con odio acrecentado y ardiente vehemencia.» {HR 27.2}

Ya no había esperanza para los rebeldes, no tenian excusa

«No había esperanza posible para la redención de aquellos que habían presenciado y disfrutado la gloria inexpresable del cielo, habían visto la terrible majestad de Dios y, en presencia de toda esta gloria, se habían rebelado contra Él. No hubo exhibiciones nuevas y maravillosas del poder exaltado de Dios que pudieran impresionarlos tan profundamente como los que ya habían experimentado. Si pudieran rebelarse en la misma presencia de gloria inexpresable, no podrían ser colocados en una condición más favorable para ser probados. No había fuerza de reserva de poder, ni había mayores alturas y profundidades de gloria infinita para dominar sus celosas dudas y murmullos rebeldes. Su culpa y su castigo deben ser proporcionales a sus privilegios exaltados en las cortes celestiales.» {Confrontation, pag 21}

Desde entonces Satanás se dedico a hacer el mal

«Dios sabía que una rebelión tan decidida no permanecería inactiva. Satanás inventaría medios para importunar a los ángeles celestiales y mostrar desdén por la autoridad divina. Como no pudo lograr que lo admitieran en el cielo, montó guardia en la entrada misma de él, para mofarse de los ángeles y buscar contiendas con ellos cuando entraban y salían. Procuraría destruir la felicidad de Adán y Eva. Trataría de incitarlos a la rebelión, con plena conciencia de que eso produciría tristeza en el cielo.» (Historia de la redención, pág. 24-27)


Dios nos da las mismas oportunidades para arrepentimiento y cambio de nuestros conceptos religiosos equivocados que pueden llevarnos a la perdición eterna. ¿Vamos a aprovechar las oportunidades que el Espíritu Santo nos ofrece todos los días?

«Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones,»

(Heb 3: 7, 8, NTLH)

8 comentarios en “Cuando Satanás tuvo la oportunidad de arrepentirse y no lo hizo!”

  1. Hola bueno y bendecido dia! Espero en nuestro Dios que es amór, paciente, misericordioso, piadoso y perdonador y muchos otros caractares que muestra en la Biblia. Tu crees que Dios tiene esos y muchos mas carartes?

    1. Eres Adventista ? Si lo eres crees en Elena G. De white como profeta de Dios para este último tiempo , los párrafos fueron extraídos de los testimonios que Dios le inspiró a la profeta ya mencionada , del Conflicto de los siglos, Historia de la Redención, vienen abreviados, Dios te bendiga , saludos y feliz sábado.

      1. 2 Pedro 2:4

        Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio;

        Colosenses 2:18

        Nadie os defraude de vuestro premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las {visiones} que ha visto, hinchado sin causa por su mente carnal,

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Pensamiento de hoy

- Elena G. White


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