Una empresa divina sobre la tierra

OBJETO SOCIAL: Salvar a la humanidad perdida

SOCIOS o ACCIONISTAS: NOSOTROS, CADA MIEMBRO DE IGLESIA

CAPITAL SOCIAL: Nuestro Diezmos y ofrendas

DIVIDENDOS: Cien veces más aquí en la tierra, y al final, la vida eterna Mat. 19.29

I. Estado moral de lo socios

Todos estamos terriblemente enfermos: EGOISMO ¡Esa es nuestra realidad!

El egoísmo es la esencia de la depravación, y debido a que los seres humanos han cedido a su poder, hoy se ve en el mundo lo opuesto a la obediencia a Dios.

El egoísmo ha introducido discordia en la iglesia y la ha llenado de una ambición no santificada… El egoísmo destruye la semejanza con Cristo y llena al hombre de amor propio. Conduce a un alejamiento continuo de la justicia…

El egoísmo es el impulso humano más poderoso y más generalizado, y debido a esto la lucha del alma entre la simpatía y la codicia constituye una prueba desigual; porque mientras el egoísmo es la pasión más fuerte, el amor y la benevolencia son con mucha frecuencia los sentimientos más débiles, y por regla general el maligno gana la victoria…

II. EL TÍTULO DE PROPIEDAD DEL MUNDO

Salmos 24
1 De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.
2 Porque él la fundó sobre los mares, El la afirmó sobre los ríos.

Hageo 2
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.

Entonces: ¿Por qué El Señor, siendo dueño de todo, ha decidido establecer en su iglesia, un sistema financiero tan frágil, sostenido por las débiles, corruptas y codiciadas finanzas nuestras…?

¿Por qué ha querido el Señor financiar su obra perfecta y santa con recursos de esta naturaleza y de esta forma tan limitada?

Porque…. Su sistema financiero forma parte ESENCIAL del mecanismo ideado por el Señor para arrancar a pedazos el EGOÍSMO enraizado en el alma.

El oro y la plata pertenecen al Señor; él podría, si quisiera, hacerlos llover del cielo. – CMC 17.2

III. MECANISMO DE TRANSFORMACIÓN Y PURIFICACIÓN

Dios nos da de sus riquezas.
Por Mandamiento nos pide que le devolvamos de lo que nos da, el 10%
Nos invita y nos motiva ofreciéndonos bendiciones si del 90% nuestro le devolvemos a Él una porción voluntaria.

Si creemos plenamente en sus palabras y promesas nos insta para que al dar y cumplir sus pedidos, no demos en vano (Vana ofrenda).Este acto de recibir y devolver, crea una dinámica, en la que Dios toma los méritos de Cristo; su sacrificio, su muerte, su sangre derramada por nosotros; y los coloca en las manos del Espíritu Santo; para aplicarlos en el alma de cada humilde donante, que, postrado ante su salvador, le entrega sus ofrendas pactadas y el diezmo solicitado. Esta dinámica, producen un torbellino de misericordia Divina, que va arrancando a pedazos el egoísmo enraizado en el alma, y va purificando los espacios vacíos, y reemplazándolos por la justicia, la bondad, la fidelidad, la dulzura, y la perfección del carácter de Cristo.
La velocidad del proceso en cada ser, está sujeta a la frecuencia y autenticidad conque lo ejercite.

IV, EMBLEMA Y AUTENTICIDAD DE LA DADIVOSIDAD

La ofrenda verdadera, presentada en forma adecuada, es el mecanismo más poderoso de transformación y purificación. Cuando lo usamos bien el Señor se deleita quitando de nosotros el mal que más daño causa en nuestra relación con él… EL EGOÍSMO.