
La Sabiduría del equilibrio familiar
En Proverbios 30:7-9 encontramos una oración única: «Solo dos cosas te pido, Dios; no me las niegues antes de que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día. Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el Señor?”. Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios. – NVI.
Hay mucha sabiduría en esta oración. El exceso de dinero es perjudicial para el bienestar familiar. La infidelidad conyugal es más común entre los esposos ricos. Las estadísticas lo demuestran.
No fue casualidad que Jesús condenara el apego al dinero como adoración a Mamón (Mateo 6:24), el dios de la riqueza. Richard Foster considera el dinero como una potestad que ejerce un dominio esclavizador sobre quienes le rinden culto.
Las familias ricas que no buscan la santificación enfrentan muchos peligros y están expuestas a muchas tentaciones.
Si, por un lado, el amor al dinero es perjudicial para los ideales cristianos de la familia, la pobreza también ejerce una influencia negativa. Ser pobre aún es tolerable, pero ser miserable es inadmisible. La pobreza es una enfermedad social que debe combatirse. Toda familia debe esforzarse por alcanzar un estado de dignidad. Es cuando esta oración se vuelve válida. La miseria trae muchos males. Vivienda, alimentación, transporte, ocio, salud son bienes indispensables para una familia sana.
Es necesario encontrar el equilibrio entre la riqueza y la pobreza. Y solo Dios puede brindar este discernimiento a quienes lo piden.
Herencia y Disputas
«Nuestra familia era unida, pero tras la muerte de mamá y papá, ha habido fuertes disputas por la herencia. Me entristece y me gustaría conocer su opinión.» – M. T. B.
Los asuntos relacionados con la herencia son siempre conflictivos porque agudizan el egoísmo que hay en el corazón humano.
Sin embargo, existen pautas y reglas sobre cómo evitar conflictos y cómo gestionar estos asuntos con sabiduría. Elena G. de White, en su libro Consejos sobre Mayordomía (PDF), ofrece sugerencias sabias y oportunas en los siguientes capítulos:
- Preparación para la Muerte, capitulo 62
- La Mayordomía es una Responsabilidad Personal, capitulo 63
- Desplazando la Responsabilidad sobre Otros, capitulo 64
Quienes tengan bienes que heredar a sus descendientes deberían leer y meditar en estas páginas. Si se sigue este consejo, se evitarán y resolverán problemas.
«El dinero dejado a los hijos suele convertirse en una raíz de amargura. Estos con frecuencia se querellan a causa de los bienes que se les han dejado, y en el caso de que haya un testamento, difícilmente quedan satisfechos con las disposiciones del padre. Y esos bienes, en vez de despertar gratitud y reverencia por su memoria, crean insatisfacción, murmuraciones, envidia y falta de respeto. Los hermanos y las hermanas que vivían en paz unos con otros, algunas veces se malquistan y las disensiones familiares son a menudo el resultado de los recursos heredados.» – Consejos sobre Mayordomía, pág. 331.
Destaco este texto aquí, pero hay muchas citas útiles sobre testamentos y legados.
Escrito por: Anísio Chagas Revista Adventista en Portugués




