
Justificación y santificación son términos para describir dos partes del proceso de salvación. Es de vital importancia comprender la relación que existe entre estos términos y el estado de quien quiere ser salvado por la muerte expiatoria de Jesucristo.
¿Qué papel juega la santificación en el proceso de salvación? Dos evangelios diferentes surgen de dos respuestas a esta pregunta. Examinemos la evidencia inspirada con respecto a la santificación.
Contenido
¿Qué significa «santificar»?
«Y bendijo Dios al dÃa séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que habÃa hecho en la creación.». Génesis 2: 3
- (A) ___ Adán santificó el séptimo dÃa.
- (B) ___ Dios santificó el séptimo dÃa.
- (C) ___ Dios bendice lo que santifica.
Dos respuestas correctas
El significado más básico de la santificación es «apartar para un uso sagrado».
Cuando Dios terminó de crear la tierra y toda la vida, dejó a un lado el séptimo dÃa como un memorial de sus actos creativos. Dios puso su bendición especial en este dÃa, porque iba a ser apartado para siempre para que la raza humana lo usara de manera sagrada.
¿Quién hace la santificación?
«Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis dÃas de reposo; porque es señal entre mà y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.». Éxodo 31:13
- (A) ___ Dios nos santifica.
- (B) ___ El hombre se santifica a sà mismo.
- (C) ___ Dios y el hombre juntos hacen la santificación.
El dÃa de reposo no solo fue apartado como un dÃa santo, sino que debÃa ser una señal o sÃmbolo de que asà como Dios santificó el dÃa de reposo, santificó a su pueblo.
Su pueblo también fue apartado para uso santo. Es muy importante notar que al principio Dios hace la santificación. Él santificó el sábado y nos santifica. Hoy en dÃa, es popular pensar que mientras Dios es quien justifica, Dios y el hombre juntos hacen la santificación.
Debemos entender que en el proceso de salvación, la obra es de Dios de principio a fin, tanto en justificación como en santificación. Ahora, también tenemos un papel que desempeñar para responder a la obra de salvación de Dios. Cree, responde, rÃndete, coopera.
Pero todas estas son solo respuestas a la gracia de Dios. Ninguna de estas respuestas gana o merece nuestra salvación. A lo sumo, nuestras respuestas le dan permiso a Dios para hacer su obra de justificación y santificación en nuestras vidas.
¿Cuál es el papel de la santificación en el santuario?
«Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santÃsimo. Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás. Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.». Éxodo 40: 10,11,13
- (A) ___ Aaron se santificó a sà mismo.
- (B) ___ Aaron santificó el altar y el fregadero.
- (C) ___ Dios santificó el altar, el fregadero y Aarón.
Cuando Dios instituyó el sistema de santuarios para Israel, lo primero que hizo, antes de que se realizarán ceremonias en el santuario, fue separar los muebles y el sacerdote para uso sagrado.
Antes de que se ofreciera cualquier sacrificio por el pecado en ese santuario, Dios santificó el altar para su uso sagrado. Y es importante notar que Dios santificó a Aarón exactamente de la misma manera que santificó el altar. Fue la obra de Dios de principio a fin. A partir de entonces, el santuario y los sacerdotes se separaron para uso sagrado.
¿Cómo nos santifica Dios?
«Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el EspÃritu de nuestro Dios.». 1 Corintios 6:11
- (A) ___ La santificación es el resultado de la justificación.
- (B) ___ Jesús justifica y el EspÃritu Santo santifica
- (C) ___ El lavamiento, la santificación y la justificación son hechos por Dios.
La persona que es lavada del pecado, que ha sido purificada por la sangre de Jesús, quien es justificada y perdonada a los ojos de Dios, también es santificada en ese mismo acto.
Cuando somos justificados y lavados, somos apartados para uso santo. Dios nos mira, no con nuestra ropa manchada de pecado, sino ahora vestida con la justicia pura de Cristo.
Somos declarados santificados o apartados para la santidad. Asà como somos declarados justos o perdonados por nuestros pecados, somos declarados santos. De esta manera, el ladrón en la cruz fue justificado y santificado, porque habÃa sido apartado para la santidad.
Si lo miramos rápidamente, podemos llegar a pensar que Pablo pone el lavamiento y la santificación antes que la justificación, tal vez para enfatizar el hecho de que todos ellos son realmente parte del proceso de salvación.
¿Qué dice Dios sobre aquellos que son perdonados?
«para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mÃ, perdón de pecados y herencia entre los santificados.». Hechos 26:18
- (A) ___ La santificación ocurre durante un largo perÃodo.
- (B) ___ La santificación es el resultado de ser salvo.
- (C) ___ El perdón y la santificación ocurren juntos.
Cuando Jesús le habló a Pablo en el camino a Damasco, le dijo que su misión serÃa llevar a los gentiles al perdón de los pecados y la salvación.
Si los gentiles se volvieran de Satanás a Dios, serÃan declarados santificados por la fe en Cristo (la misma fe que los justificarÃa).
Asà como el perdón de los pecados sólo es posible a través de la fe en la vida y muerte de Cristo, la santificación es posible sólo a través de la misma fe en Cristo. Tanto la justificación como la santificación son recibidas por fe, porque ambas son actos de Dios y fluyen completamente de la gracia de Dios.
Y es crucial entender que tanto la justificación como la santificación son requisitos previos necesarios para la salvación.
La Biblia no enseña que la justificación salva y que la santificación aparece más tarde como resultado de ser salvo. Asà como Dios nos declara justificados en el momento de la conversión, también nos declara santificados al mismo tiempo.
Somos apartados para la santidad y Dios nos ve como poseedores del carácter santo de Jesucristo. De esta manera, podemos tener total garantÃa de salvación. Cuando el corazón se rinde y lleva el manto de la justicia de Cristo, tenemos perfecta paz y seguridad a medida que continuamos creciendo en Cristo.
Autor: Dennis Priebe